Friday, April 21, 2023

Lucas 8:40-56 No temas; cree solamente

 

No temas; cree solamente.

Lucas 8:40-56

 

 
Objetivo: Practicar la fe que salva.

 

Versículo a memorizar:Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.” Lucas 8:48

 

Introducción:

Lucas viene de relatarnos sobre la autoridad de Jesús, autoridad sobre la naturaleza (Lc. 8:22-25), autoridad sobre miles de demonios a la vez (Lc. 8:26-39) y ahora, Su autoridad sobre la enfermedad sobre la muerte (Lc. 8:40-56).

 

Desarrollo:

40 Cuando volvió Jesús (a Galilea), le recibió la multitud con gozo (alegría); porque todos le esperaban.

Cuando volvió Jesús. Jesús viene de ser rechazado por los Gadarenos en la región de Decápolis, quienes le rogaron que se fuera de sus contornos, regresa ahora casi con seguridad a Capernaúm, donde llevó a cabo la mayor parte de su ministerio de Galilea.

 

Le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban. Jesús era tan popular entre los Galileos en ese momento, que se juntaban multitudes alrededor de Él, un día antes había enseñado a una multitud sobre una barca acerca de las parábolas sobre el reino (Marcos 4), y ahora estaban con gozo esperando su regreso.

 

Aplicación Práctica: Que contraste entre los que le rechazan y le suplican que se aleje de ellos; y los que le esperan y lo reciben con gozo, ¿en cuál de los dos grupos estamos?

 

41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal (jefe) de la sinagoga, y postrándose (arrojándose) a los pies de Jesús, le rogaba (suplicaba) que entrase en su casa;

Jesús se encontraba junto al mar (Mr. 5:21) y como los fariseos y los herodianos se habían unido con el fin de destruirle, Jesús no regresó a enseñar en las sinagogas, sino que transfirió Su ministerio de enseñanza, a la orilla del mar de Galilea (Lago de Genesaret), donde se desarrolla este relato de Lucas.

 

Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga. Recordemos que sinagoga, significa  asamblea, era un lugar de reunión donde los judíos se juntaban a estudiar la Palabra de Dios en día de Reposo, al parecer, Lucas se refiere a la de Capernaum. Los mismos pobladores determinaban a los encargados o los principales de las Sinagogas, quienes eras los que guardaban el orden y coordinaban las actividades de la Sinagoga, generalmente que eran laicos (que no se dedicaban 100% a enseñar la Palabra de Dios), pero era gente de buen fama y generalmente de un nivel económico alto, normalmente ellos no enseñaban, sino los Escribas y los Fariseos que eran conocidos como los maestros de la Ley, eso hacía que los principales de la sinagoga tuvieran una estrecha relación con ellos, y a este punto del ministerio de Jesús, esos fariseos se han se han convertido en adversarios de Jesús.

 

Jairo era uno de tantos que esperaba el regreso de Jesús a Galilea, con mucha probabilidad Jairo había escuchado las enseñanzas de Jesús que quien enseñaba con autoridad y no como los Escribas (Mr 7:9), casi con seguridad había estado presente cuando Jesús sanó al hombre de la mano seca (Lc. 6:6), quizá había escuchado acerca de la sanidad que había recibido el hombre paralítico que había bajado por el techo (Lc. 5:24) de una casa allí en Capernaum entre muchos otros milagros.

 

Y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa. Para Jairo ha de haber sido muy difícil el proceso anterior a este momento, el sabía que los líderes religiosos despreciaban a Jesús y lo tenían por endemoniado (Mr. 3:22), quizá hasta él había participado en eso; y por otro lado ha presenciado tantas cosas de Jesús que señalan que es verdaderamente el Hijo de Dios, el Mesías esperado.

 

Pero ahora tenía la necesidad de que su hija sea sanada, por lo que no le importó lo que pensara el pueblo ni los líderes religiosos, y fue y se postró a los pies de Jesús, ese era un acto de humillación para Jairo y de reconocimiento de quien se había vuelto Jesús para él. Quizá a partir de ese momento ya no sería en tan respetable hombre de la comunidad, quizá incluso perdería ese puesto de principal en la sinagoga, pero no le importó y le rogó a Jesús que fuera a su casa.

 

Aplicación Práctica: A veces el orgullo, la vergüenza, el “qué dirán”, nos estorban para venir a Jesús y arrodillar nuestros corazones y nuestras rodillas delante de Él.

 

42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba (con Jairo), la multitud le oprimía (apretujaba).

Porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. El ruego de Jairo arrodillado a los pies de Jesús, era por la sanidad de su hija, Jairo tenía suficiente fe en Jesús podía sanar a su agonizante hija con un solo toque de sus manos sería salva, y viviría, como lo relata Marcos 5:23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.

 

Jesús podía sanarle a distancia, con solo decir una palabra como lo hizo con el siervo del centurión (Lc. 7:1-10) o con el hijo del oficial del rey en (Jn. 4:43-54); sin embargo, aún quería enseñarles algo mas a Jairo y a Sus discípulos, que Jesús no tenía solo autoridad sobre las enfermedades, sino también autoridad absoluta sobre la muerte.

 

Y mientras iba, la multitud le oprimía. Jesús decide ir a la casa de Jairo, quien quizá  tuvo cierto descanso de su angustia, su hija aún estaba enferma, pero ya iba en camino con Aquel que podría sanarle, nos imaginamos que Jairo intentaba abrirse paso entre la multitud que le oprimía, para que Jesús pudiera avanzar en camino de su casa.

 

43 Pero una mujer que padecía (estaba enferma) de flujo (hemorragia/perdida) de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada (sanada),

Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años. En el camino a casa de Jairo, había otra mujer enferma, que sin duda,  también estaba buscando a Jesús, ella padecía desde hacía 12 años de Flujo de sangre (que el equivalente a la regular menstruación de las mujeres, solo que este flujo lo padecía en forma continua).

 

No se nos indica se esta mujer era judía o gentil, en Capernaum ciertamente estaba habitada por judíos, pero habían venido a buscar a Jesús también de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón (Mr 3:8)

 

Y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada. El Flujo de Sangre como padecimiento físico conlleva a la debilidad en el cuerpo y mucho agotamiento, por el bajo nivel de hemoglobina en la sangre (anemia), además de que había sufrido mucho por los tratamientos que les daban los médicos; en lo material había terminado con sus recursos económicos intentando curar ese padecimiento, gastando todo lo que tenía y sin tener ninguna mejoría; en lo emocional, su ánimo se había minado, ya que llevaba muchos años con esa enfermedad y lejos de mejorar, iba empeorando; en lo espiritual, si esta mujer era judía; ese flujo de sangre le impedía por ley (Lv. 15:25-27) asistir a las sinagogas o al Templo, ya que se consideraba como una situación de inmundicia (impureza ceremonial), y no solo ella, sino, su ropa y todo lo que tocare se “contaminaba” de impureza ceremonial, incluso a las personas que tocaba, ellos necesitaban un ritual de limpieza para dejar de estar impuros, eso ocasionaba que no tuviera una vida de adoración y enseñanza de la Palabra de Dios como los demás, y había causado en ella mucha soledad también; así que, su condición general era muy deplorable y su esperanza casi nula.

 

44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo (la hemorragia) de su sangre.

Se le acercó por detrás. Dadas las implicaciones religiosas de su enfermedad, aquella mujer si era judía, nunca habría ido a la sinagoga que presidía Jairo, así que, difícilmente se conocían, pero ambos se encontraban igualmente necesitados de Jesús, solo que mientras Jairo vino de frente a Jesús y se le arrodilló para implorarle Su favor, esta mujer quiso pasar desapercibida, quizá sabiendo que tocaría mucha gente y que si descubrían la enfermedad que padecía, quedarían impuros ceremonialmente, por lo que se abrió camino entre la multitud y llegó a Jesús por detrás.

 

Y tocó el borde de su manto. Ella había escuchado de Jesús (Mr 5:27), eso produjo en ella fe, y decidió tocar el borde de su manto, ese manto era parte de la ropa que usaban los judíos en ese tiempo, tenían en las extremidades 4 borlas o franjas de color blanco con azul, que se siguen usando hasta ahora, Dios les mando poner en su ropa (Nm. 15:37-41), para recordarles que los mandamientos que Dios les había dado, eran para ponerlos por obra.

 

Marcos 5:29 dice que ella pensaba “Si tocare tan solamente su manto, seré salva”, pero ¿Por qué quiso tocarle el manto, pensando que con eso se sanaría, por qué no la cabeza, o las sandalias, o los pies? Parece que la respuesta a esa pregunta la encontramos en el AT, El libro de Malaquías es el último libro del AT, el último de los profetas que Dios mando a Su pueblo (400 años después mandó a Juan el Bautista), y es los últimos capítulos de Malaquías se profetizaba le venida del Mesías, por ejemplo en Malaquías 3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. Nos dice que habría un mensajero (Juan el Bautista) que prepararía el camino del Jesús, que Jesús visitaría el templo y que sería mensajero (Ángel) del nuevo pacto.

 

Así mismo Malaquías 4:2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas (rayos o extremidades) traerá salvación (sanidad); y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Nos dice que nacería el Mesías, y que en el borde de su vestimenta traería sanidad, quizá eso es lo que ella oyó y creyó, y por eso se decía “Si tocare tan solamente su manto, seré salva (sana)”.

 

Así que ese deseo de tocar el borde del manto de Jesús, no era una superstición, sino una evidencia que traería solamente el Mesías y nadie mas, más adelante en el versículo 48, Jesús le dice a esta mujer que su fe es la que la ha salvado y sanado, así que no fue la vestimenta de Jesús en sí, sino la fe que Dios le dio a esa mujer para creer que Jesús era el tan esperado enviado de Dios.

 

y al instante se detuvo el flujo de su sangre. La sanidad fue inmediata, ella misma lo percibió así en su propio cuerpo, supo que ese toque al borde del manto de Jesús la había sanado, por tanto, ese a quien había tocado era el enviado de Dios, pero quería seguir pasando desapercibida entre la multitud.

 

45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud (la gente) te aprieta (se amontonan) y oprime (empujan), y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?

Eran muchas las personas que iban con Jesús y que incluso le apretaban, pero sólo una de ellas tocó con fe a Jesús y fue sanada, y de allí es que viene la pregunta ¿Quién es el que me ha tocado? Hasta este momento los discípulos y la multitud ignoraban lo que estaba pasando, y es Pedro quien expresa su extrañeza a esa declaración de Jesús, la frase no parece ser muy respetuosa, para el y los otros discípulos, también habrá una enseñanza en todo esto.

 

No parece ser que Jesús no sepa quien haya sido, más bien esta preparando un escenario de enseñanza para los discípulos y para la misma mujer, que bien podía irse sana de vuelta a su casa, pero Jesús le ayudara a que sea restaurada en la sociedad, al todos saber que ya ha sido sanada, pero, sobre todo; a que sea reconciliada con Dios; es decir, a que sea salva.

 

46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido (se, he sentido) que ha salido poder de mí.

Esto nos lleva a entender que cuando Jesús sanaba, había en Él, por decirlo así; un cierto “degaste”, un poder que salía de Él, un precio que Él tenía que pagar, así como lo hizo con nosotros, pagando el precio de la cruz para poder ser reconciliados con Dios Padre.

 

No olvidemos a Jairo, en ese momento esta desconcertado, la caravana que se dirige a su casa se ha detenido, y ahora están buscando a alguien que ha tocado a Jesús.

 

47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta (que no podía esconderse), vino temblando, y postrándose (arrojándose/arrodillándose) a sus pies, le declaró (confesó) delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta , vino temblando, y postrándose a sus pies. Con temor en su mente por haber tocado a quien consideraban como un rabino y quizá esperaba una reprensión por parte de Jesús o de los que con Él estaban y tenía también temblor en su cuerpo, que mostraba una angustia de no saber cuál sería la reacción de Jesús y de la gente si era descubierta, pero ella sabía en ese momento que estaba libre de su enfermedad y vino a postrarse a los pies de Jesús, tanto Jairo como esta mujer tuvieron que venir de frente y postrarse delante de Jesús.

 

Le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Se cumplió en ella como dice Romanos 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. No se nos dice a detalle lo que ella dijo, quizá de como había padecido esa enfermedad, de los doctores que no le había podido ayudar, de la quiebra financiera que pasaba, quizá incluso de lo mal que lo estaba pasando en su alma y de como alguien le hablo de Jesús y como planeó su encuentro a escondidas, que había sido sanada inmediatamente al tocar el manto de Jesús, etc.

 

No olvidemos a Jairo, sigue allí, quizá desesperado, ya que con mucha probabilidad la plática fue extensa, tanto tiempo pasó que cuando Jairo regresa a su casa, ya había mujeres que contrataban para hacer lamentos (Lc. 8:52) e incluso había llegado los que tocaban flautas (Mt. 9:23).

 

48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz (vete tranquila).

Y él le dijo: Hija. Este es el único registro en la Escritura de que Jesús se haya dirigido así a una mujer, es una forma cariñosa de mostrarle su amor, ella esperaba una reprensión y lo que recibió fue una manera tierna de hablarle.

 

Tu fe te ha salvado; ve en paz. Ya estaba ella sanada, pero ahora, después de la confesión delante de Jesús de toda la verdad, ahora ha quedado salva y puede ir en paz, en paz para con Dios y en paz con los hombres, que ya la aceptaran en las sinagogas y en el templo, Jesús le reconfirma que esa sanidad en su cuerpo no sería temporal, sino permanente ya que Marcos registra que le dijo “queda sana de tu azote” (Mr 5:34)

 

49 Estaba hablando aún (Jesús), cuando vino uno (un mensajero) de casa del principal (jefe) de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.

Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto. Jairo seguía allí, consumiéndose en su angustia, escuchando lo que Jesús le decía a esa mujer y quizá preguntándose una y otra vez si ya podrían avanzar rumbo a su casa, cuando vino un mensajero de la casa de Jairo, quizá un familiar, quizá un siervo, y le dio la trágica noticia de que su hija ya había fallecido.

 

No molestes más al Maestro. Ellos creían que Jesús podía ayudar mientras la niña vivía, pero ahora que ya había fallecido, ya no podía hacer nada, por eso le pedían que no molestara mas al Maestro, que era como muchos veían a Jesús hasta ese momento.

 

50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas (no tengas miedo); cree (confía) solamente, y será salva (sanada).

Jairo se encuentra devastado con la noticia de que ha fallecido su única hija, ha perdido toda esperanza, ya que el también creía que Jesús solo podía ayudarle mientras su hija vivía.

 

Jesús escuchó la noticia y volteó a ver a Jairo y le pidió que no temiera, que creyera solamente; vimos que Jairo ya había creído en Jesús, pero ahora la instrucción es que siguiera creyendo, a pesar de las circunstancias.

 

Jesús les quiere mostrar a Jairo y a sus discípulos que no solo era el gran Maestro, como le llamaban algunos, que no solamente tenía autoridad sobre la naturaleza, los demonios (auqnue fueran miles) y la enfermedad, que había mostrado hasta este momento, sino que, Él es el mismo dador de vida, que la muerte no lo puede resistir, y que resucitará a la hija de Jairo, cosa que todos los demás hombres consideran como imposible.

 

51 Entrando en la casa (de Jairo), no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.

Ya no dejó que le siguiera la multitude, ni todos los discípulos, solo tomó a tres de ellos, quizá para que hubiera 2 ó 3 testigos como requería la ley para dar fe de los hechos que ocurrirían, o quizá simplemente porque sabía que ya había mucha gente en casa de Jairo y los llevó junto con los padres de la niña.

 

Esos tres discípulos formaban el círculo mas cercano de Jesús, en dos ocasiones mas están también solo estos tres con Jesús; en la transfiguración y en Getsemaní, quizá les estaba dando una capacitación especial ya que ellos tres jugarían un papel muy importante en el desarrollo de la Iglesia, Pedro tomaría el liderazgo de los discípulos a la ausencia de Jesús, a Juan le estaba aguardando la revelación del apocalipsis, y Santiago sería el primero de los discípulos en morir a causa de su fe en Jesús.

 

52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.

Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Mateo relata que cuando llegaron a casa de Jairo había gente que tocaban flautas (Mt. 9:23), y gente que hacía alboroto, esas que lloraban y se lamentaban mucho, eran las “pleñaderas”, que son las mujeres que se les paga por asistir y llorar en los funerales, lo mismo que los flautistas que había sido contratados para lo mismo.

 

Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. Que hermosa parábola usa el Señor aquí para la muerte, asemejándola a dormir, ya que cuando duermes te desconectas de la realidad a tu alrededor, del ruido y de lo que esta pasando, pero es solo un estado temporal en lo que despertamos y todo volvemos a estar apercibidos de todo.

 

Pablo también usaba esta forma de decirle a los muertos en Cristo que estaban dormidos (1 Ts. 4:15), recordándonos que para nosotros la muerte es solo un paso intermedio, ya que resucitaremos en Cristo como Jesús mismo dijo en Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

 

53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.

Muchos de allí ya se habían asegurado que la niña estaba muerta, y ciertamente lo estaba, ya que cuando Jesús ora por ella, dice Lucas que su espíritu volvió (Lc 8:55), así que se les hizo ilógico el comentario de Jesús.

 

54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha (niña), levántate.

Mas él, tomándola de la mano. Una vez más vemos el toque amoroso de Jesús, como lo hizo cuando sanó a la suegra de Pedro, a la que la tomó de la mano y la levantó (Mr. 1:30) y con el leproso del que Jesús tuvo misericordia, le extendió la mano y le tocó (Lc. 5:13).

 

La ley decía que, si alguien tocaba un leproso, a una mujer con flujo o un muerto; quedaba ceremonialmente impuro por un tiempo, pero con Jesús no era así, el no se contaminaba de las impurezas de las personas, más bien las personas eran limpias cuando eran tocadas por Él.

 

Clamó diciendo: Muchacha, levántate. La forma tan amorosa y dulce con la que Jesús despertó a esa niña, se quedó grabada en la mente de Pedro (recordemos que Marcos era su escritor), y Marcos registra las palabras de Jesús en arameo “Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate” (Mr. 5:41), lo que también podría traducirse como “Corderita, levántate”.

 

55 Entonces su espíritu volvió (volvió a la vida), e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.

Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó. Su espíritu volvió; es decir, la niña resucitó e inmediatamente se levantó, lo que nos indica que no necesitó de ningún tipo de reposo o terapia para su recuperación, sino que el Señor la sanó completamente al grado que recupero su vigor por completo.

 

Y él mandó que se le diese de comer.

Con el impacto que tenían por lo que han visto, que tenían, el alboroto que había afuera, el gozo de los padres de tener de nuevo viva a su hija viva, a todos se les paso que había que darle de comer a la niña, menos a Jesús que siempre esta al pendiente aun de las necesidades mas trivialidades que sus hijos tenemos.

 

56 Y sus padres estaban atónitos (asombrados); pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.

Y sus padres estaban atónitos. No solo estaban asombrados, Marcos registra que los papás y también los discípulos, se espantaron grandemente (Mr. 5:42), los discípulos ya habían temido con gran temor (Lc. 8:25) cuando Jesús les reveló su autoridad sobre el viento y sobre el mar (Lc. 8:24), y ahora están espantados grandemente, ya que les acaba de revelar su autoridad sobre la muerte, apuntando claramente que se encuentran frente a Dios mismo.

 

Pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido. La Escritura no nos deja claro la razón de esta petición que a veces hacía Jesús, quizá porque aun faltaba la obra de la Cruz, que era necesaria para cuando la gente creyera.

 

Aplicación Práctica: Practicar la fe que salva, invitando a Jesús a nuestra casa, sometiéndonos a Su autoridad y manteniéndonos creyendo, aun cuando las circunstancias se pongan adversas.

 

Lucas 8:26-39 Cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo

 

Cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo

Lucas 8:26-39

 

 

 
Objetivo: Mostrar nuestra libertad, cumpliendo con el mandamiento.

 

Versículo a memorizar:Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.” Lucas 8:39

 

Introducción: Lucas volvió a juntar relatos que muestran la autoridad de Jesús,  autoridad sobre la naturaleza (Lc. 8:22-25), ahora, con autoridad sobre los demonios (Lc. 8:26-39) y en seguida, autoridad sobre la enfermedad sobre la muerte (Lc. 8:40-56).

 

Desarrollo:

Vs. 26-29. El grito del hombre cautivo

26 Y arribaron (llegaron) a la tierra de los gadarenos (de Gerasa), que está en la ribera opuesta a (al otro lado de) Galilea.

Y arribaron. Jesús había dicho “pasemos al otro lado del lago” (Lc 8:22) y finalmente eso fue lo que sucedió, No sabemos cuánto duró la tormenta, ni cuando tardaron en remar a la orilla una vez que la tempestad había desaparecido, probablemente aun era de noche, o quizá ya era de madrugada cuando desembargaron en la región de Gadara,

 

A la tierra de los gadarenos. En algunas traducciones aparece como “gesarenos”, o como “gergesenos”, todas se refieren a ciudades de la misma región. Los gadarenos eran los habitantes de la ciudad de Gadara, que era una de las 10 ciudades que se encontraban del otro lado del Jordán, y que en su conjunto esa zona llevaba el nombre de Decápolis (Deca -Diez- y Polis -ciudad-), esa era la tierra que había sido entregada y habitada por a dos y media tribus de Israel, la tribu de Gad, la de Rubén y media tribu de Manases, que se habían quedado en el lado oriental del río Jordán, pero el imperio Asirio las conquistó y fueron llevadas cautivas, las tierras las comenzaron a habitar gente de Asiria, volviendo esa tierra gentil o mezclada.

 

Que está en la ribera opuesta a Galilea. Llegaron de Capernaum, cruzando en barca el mar de Galilea o lago de Genesaret.

 

27 Al llegar él a tierra (desembarcar), vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa (estaba desnudo), ni moraba (vivía) en casa, sino en los sepulcros (cementerio).

Al llegar él a tierra , vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado. Un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno; es decir, un demonio que había enterado en él y le había quitado su voluntad e identidad.

 

En el pasaje paralelo de Mateo (Mt 8:28), relata que eran 2 (dos) endemoniados los que salieron al encuentro con Jesús, parece que uno era el que estaba mucho mas endemoniado y el que tuvo la conversación con Jesús y en ese es el que se enfocó tanto Lucas como Marcos al relatar la historia.

 

No se nos cuenta como llego a este nivel de posesión demoniaca, pero la Biblia nos advierte que la maldad espiritual es real y que el pecado puede abrir puertas espirituales para que esto acontezca.

 

Cabe mencionar que un verdadero cristiano no puede ser poseído o controlado por un demonio, ya que un verdadero cristiano ya es poseído ya por el Espíritu Santo, quien es Su dueño y es quién guía sus pasos.

 

Desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Ese demonio en la vida de aquel hombre, había llegado mucho tiempo atrás, lo había sacado de vivir en su casa y lo había llevado a vivir a un lugar desolado como los sepulcros, en esa época estaban fuera de los poblados, en las cuevas de los montes, allí no había gente, ni comida, y era tal su posesión que incluso ya andaba desnudo.

 

28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose (arrojó/arrodilló) a sus pies exclamó a gran voz (gritó): ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes (no me hagas sufrir).

Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies. Parece que gritar y arrodillarse son dos eventos separados, cada uno con diferente motivación. Marcos 5:6 dice que corrió hacia Jesús, quizá el demonio a lo lejos vio una embarcación que se acercaba a los terrenos que el había dominado por medio del terror en la gente, ya que dice Mateo que ere “feroz en gran manera” (Mt. 8:28) y con mucha probabilidad ese gran grito tenía la intención de hacerles algún daño a esas personas que recién habían desembarcado de aquella barca.

 

Pero cuando se acercó lo suficiente, el espíritu inmundo que poseía a ese hombre reconoció a Jesús, y no tuvo otra alternativa que hacer lo que esos demonios hacen ante la suprema autoridad del universo, arrodillarse ante Él, caer postrado a sus pies, no era la primera vez que sucedía, como dice Marcos 3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Filipenses 2:10 toda rodilla se doblara y confesara

 

Exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Los títulos que el espíritu maligno le da a Jesús, nos reflejan que lo conocía muy bien, lo llamó primero Jesús, el nombre que usaba en la tierra que nos habla de su humanidad, y el título de Hijo del Dios Altísimo, que nos habla que conocían bien su identidad como Dios.

 

Te ruego que no me atormentes. El demonio también reconoció a Jesús como Juez que un día juzgara todas las cosas, es que sabía que Jesús tenía toda la autoridad para mandarlo al abismo como dirá en el versículo 31, Mateo registra que el demonio entendía que esa visita de Jesús no coincidía con el tiempo donde ellos serán enviados por eso le decían “¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt 8:29)

 

Aplicación Práctica: Notemos que Jesús no le contesto la pregunta que le hizo el demonio de ¿Qué tienes conmigo?, y es que, de ese demonio no quería nada, al que quería era a ese hombre que había venido a buscarle desde Capernaum, así mismo hace el Señor los pecados que nos esclavizan diciéndoles “de ti no quiero nada”, sino “quiero a ese hombre o a esa mujer que tienes esclavizado”.

 

29 (Porque (es que) mandaba (ordenaba) al espíritu inmundo (impuro/maligno) que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban (sujetaban) con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido (arrastrado) por el demonio a los desiertos.)

Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre. La pregunta y el ruego que hizo el demonio, era el resultado de que Jesús le estaba mandando que saliera de aquel hombre.

 

Pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos. Marcos nos relata que “muchas veces había sido atado” (Mr 5:4), por lo que entendemos que las cadenas y grillos eran el intento para tratar de controlar los problemas que causaba, Marcos también dice que despedazaba las cadenas y desmenuzaba los grillos y que nadie le podía dominar (Mr 5:4), y que siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras (Mr 5:5). Una vez que escapaba, el espíritu inmundo lo arrastraba a los desiertos, entiéndase lugares solitarios.

 

Aplicación Práctica: Nosotros, sin Cristo, nos encontrábamos muertos en nuestros delitos y pecados, y los muertos están en los sepulcros como este hombre, además de que éramos desobedientes y haciendo la voluntad de la carne que controlaba nuestras vidas, hasta que llegó Jesús a nuestras vidas, igual que con este  hombre de Gadara como se detalla en Efesios 2:1-5 1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),

 

 

Vs. 30-33. El ruego de los demonios

30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión (Ejercito). Porque muchos demonios habían entrado en él.

Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Esta es la única vez que esta registrado que Jesús dialoga con un espíritu maligno, y sin duda Jesús lo conoce, pues Él conoce todas las cosas, más bien da la impresión de que la pregunta se la hace para que Sus discípulos escuchen y entiendan a lo que Jesús se esta enfrentando, no es lo mismo enfrentarse a un espíritu maligno que a miles.

 

Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él. Marcos registra que contestó; “Legión me llamo; porque somos muchos” (Mr 5:9), notemos que Legión no es un nombre; el demonio fue evasivo, uso un término militar romano. Una legión romana generalmente constaba de 6,000 (seis mil) hombres, eso no quiere decir que el hombre estaba habitado con 6,000 (seis mil) demonios, pero que tenía muchos; por lo menos 2,000 (dos mil), que es la cantidad de cerdos que se ahogan según el registro de Marcos (Mr 5:13).

 

También es posible que este era el intento de los demonios de intimidar a Jesús. Un animal acorralado a menudo intentará parecer más grande al depredador que lo busca; estos muchos demonios pudieron haber hecho un reclamo masivo en la idea equivocada que podrían asustar a Jesús. Legión dice: “Somos muchos, estamos organizados, estamos unidos, estamos listos para luchar y somos poderosos”. (David Guzik)

 

31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. El Abismo es un lugar de tormento en las regiones inferiores donde serán puestos los espíritus malignos (algunos ya están en ese lugar) y ellos saben que ese será su lugar final de morada; se halla en siete pasajes de Apocalipsis (Ap 9:1,2,11; 11:7; 17:8; 20:1,3).

 

32 Había allí un hato (manada) de muchos cerdos que pacían (comían) en el monte; y (los espíritus) le rogaron (suplicaron) que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.

Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte. Hato es el conjunto de animales de ganado que pueden ser, por ejemplo, de cabras o de cerdos, unos sinónimos son manada o rebaño.

 

Y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Observar que los demonios ni siquiera pueden afligir a los cerdos sin el permiso de Dios. “Dado que un demonio no puede entrar ni siquiera en un cerdo sin ser enviado por Dios mismo, ¡cuán poco que es el poder o la malicia de ellos para ser temidos por aquellos que tienen a Dios como su porción y protector!” (Clarke) Humanización de animales

 

33 Y los demonios, salidos (salieron) del hombre, entraron en los cerdos; y el hato (la manada) se precipitó por un despeñadero (corrió cuesta abajo) al lago, y se ahogó.

No fue sino hasta que Jesús les dio permiso que esos demonios entraron en los 2,000 cerdos y lo único que eso produjo es que los cerdos comenzaran a correr hacia donde terminaba el monte y había una caída hacía el lago donde terminaron ahogados.

 

Este incidente nos deja ver que donde los demonios entran solo generan destrucción, habían destruido casi por completo la vida de ese hombre y ahora destruyeron la vida de esos animales como bien dice Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Los demonios entendían que debían dejar a ese hombre, ya que eso les ordenó Jesús, lo que no sabemos porque quisieron ir a los cerdos, siendo esta la única ocasión en la Escritura que habla de animales endemoniados y solo estuvieron así por un poco de tiempo.

 

Vs. 34-37. El ruego de la multitud

34 Y los que apacentaban (cuidaban) los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso (fueron a contarlo) en la ciudad y por los campos.

Para dar aviso de lo ocurrido en la ciudad y en los campos, tuvo que pasar un buen tiempo, no sabemos como relataban lo acontecido, si su énfasis era en contar a cerca del endemoniado que había sido libertado o si lo que contaban era la perdida financiera de esos 2,000 cercos que había producido la presencia de Jesús en ese lugar, pero los de los campos y la ciudad salieron a ver qué era aquello que había sucedido.

 

35 Y (la gente) salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron (encontraron) al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio (sano juicio/con comportamiento normal); y tuvieron miedo.

Pudieron percatarse con sus propios ojos el indiscutible cambio que había tenido aquel hombre que había sido endemoniado, ahora estaba sentado a los pies de Jesús, cosa que no lo habían visto así en mucho tiempo, estaba vestido y no desnudo como acostumbraba, pero sobre todo que estaba en su sano juicio, eso quiere decir que se comportaba normalmente, y eso los llevo a tener miedo.

 

Que cambio tan radical produjo la visita de Jesús en ese hombre, era evidente que había tenido un encuentro con el único que podía libertarle de su mal que lo estaba conduciendo a la muerte.

 

36 Y los que lo habían visto (testigos), les contaron (a la gente) cómo había sido salvado (sanado) el endemoniado.

Quizá habla de los discípulos que estuvieron con Jesús durante todo ese tiempo.

 

37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.

En lugar de pedirle que se quedara, traerle a los enfermos o mas endemoniados, tal fue su miedo que; le rogaban que se fuera de esa región, quizá entendieron que la Luz que había llegado a sus tierras solo evidenciaría las tinieblas en las que vivían, eso aunado perdida financiera que le había ocasionado a los dueños de esa hato de cerdos.

 

Vs. 38-39. El ruego del hombre libre

38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él (que lo dejara acompañarlo); pero Jesús le despidió, diciendo:

Quizá nos encontramos al final del día, con mucha probabilidad este hombre había estado escuchando a Jesús y estaba tan agradecido y tan gratamente sorprendido que le rogaba que no dejara ir con él.

 

39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando (proclamando) por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.

Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y aunque parece que esa suplica de ir con Jesús es la mejor, Jesús se la niega, porque tiene mejores planes para él, Jesús no estará mas en ese lugar por algunos meses ya que le han pedido que se retire , pero dejará en esa zona al primer misionero que en carne propia tiene la evidencia de Su poder y Su misericordia, y le pide que vaya a su casa (con su familia) y a los suyos (con los de su pueblo) (Mr. 5:19) para que cuente las grandezas del Señor que le ha libertado y de la misericordia de aquel que transforma vidas.

 

Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.

Este hombre “ex-endemoniado”, hizo lo que Jesús le mando, y publicó lo que Jesús había hecho con él en las 10 ciudades de aquella región llamada Decápolis, produciendo que todos se maravillaban (Mr. 5:20).

 

Algunos meses después, Jesús volverá a pasar por Decápolis, como dice Marcos 7:31-32, 31 Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. 32 Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima, ¿Cómo sabían de Jesús en esa región si Jesús no lo habían estado allí más que este día? Quizá por ese primer misionero que Jesús dejo en ese lugar.

 

Aplicación Práctica: Mostrar nuestra libertad, cumpliendo con el mandamiento.

 

Lucas 21:1-6 Levantando los ojos

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