Tuesday, July 25, 2023

Lucas 10:17-24 El gozo de los enviados

 

El gozo de los enviados

Lucas 10:17-24

 
 


Objetivo: Fortalecer nuestro enfoque eterno, disfrutando nuestra bienaventuranza presente.

 

Versículo a memorizar:

Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Lucas 10:22

 

Introducción:

Jesús designó a 70 (setenta) de sus discípulos, y los envió de dos en dos a toda ciudad donde Él iría, para que le prepararan el camino, sanando a las personas y anunciando el evangelio, y les dio instrucciones muy precisas para depender de la provisión de Dios en cuanto a su seguridad y su sustento, por eso les dijo que fueran sin dinero, sin provisiones y sin repuesto de sandalias, además de pedirles que fueran enfocados en la misión, por lo cual, no deberían perder tiempo en saludar a nadie en el camino.

 

También les mencionó que habría ciudades o poblados donde no los recibirían, y que esas ciudades tendrían un juicio al final de los tiempos; pero, aun así, deberían de salir de aquella ciudad mostrando misericordia y recordándoles que “el reino de Dios se había acercado”. Ahora Lucas nos relata lo que sucedió cuando esos 70 (setenta) regresaron.

 

Desarrollo:

Vs. 17-20. El regocijo eterno

17 Volvieron los setenta con gozo (contentos), diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan (nos obedecen) en tu nombre.

Volvieron los setenta con gozo. No se nos dice cuanto tiempo duró la misión, pero sin duda no fue muy larga ya que la Cruz se encuentra a 2-3 semanas de suceder. Y a pesar de que los había enviado como “corderos en medio de lobos” (Lc. 10:3), regresaron los 70 (setenta), por lo que es evidente que la promesa de protección de los discípulos fue cumplida. Además, regresaron con gozo, eso quiere decir que la misión había sido un éxito.

 

Diciendo: Señor. No usan el termino de maestro, sino de Señor, la palabra en griego es Strong 2962 <kúrios> que significa el de suprema autoridad, soberano, ungido, dueño, Dios; era el termino griego para traducir el nombre de Jehová del hebreo del Antiguo testamento. Sin embargo, no podemos determinar que esos discípulos reconocían la deidad de Jesús, pero con ese título si queda claro que no lo consideraban como un simple hombre, por lo menos lo reconocían como el Mesías esperado.

 

Aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Es altamente probable que al llevar el mensaje hayan sido despreciados o rechazado en algunos lugares, como Jesús les advirtió que podía pasar (Lc. 10:10-11), sin embargo, la alegría que mostraban era, al parecer, porque habían podido predicar el evangelio en muchos lugares y habían sido bien recibidos, quizá hicieron también muchas sanidades como Jesús se los pidió (Lc. 10:9), pero sobre todo, venían admirados de que habían usado el nombre de Jesús, y eso había sido suficiente para que los obedecieron a liberar a las personas que habían endemoniado, y reconocían que no eran ellos, sino la autoridad del nombre de Jesús el que lo había hecho.

 

18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

Entre la predicación del evangelio, la sanidad de enfermos y la liberación de demonios que hicieron los discípulos en la misión que Jesús les había encargado, Les cuenta que vio a Satanás caer del cielo como un rayo, al parecer durante la misión de los 70 (setenta), como evidencia de la derrota súbita o repentina de Satanás ante Jesús y sus enviados; y la clara victoria del evangelio sobre le reino diabólico, esto quizá como un anticipo ya que es en la Cruz que esa victoria sería finalizada.

 

19 He aquí os doy potestad (poder) de hollar (pisotear) serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones. Jesús ya les había dado autoridad para sanar enfermos y predicar el evangelio (Lc. 10:9), invocaron el poder del nombre de Jesús y los demonios les obedecieron (Lc. 10:17), y ahora les da un poder todavía mayor, un poder contra el mal, les da la autoridad para pisotear a serpientes y escorpiones. Jesús usa a estos animales que se caracterizan por tener un veneno mortal, como figura de demonios y/o espíritus malignos, los cuales serían aplastados por esta autoridad dada a los discípulos.

 

Y sobre toda fuerza del enemigo. Esa autoridad estaría sobre ellos para usarla en general sobre cualquier fuerza del enemigo.

 

Y nada os dañará. Esta promesa no significa que los discípulos no tendrían adversidades o incluso que murieran al llevar a cabo su ministerio, pero sería por la voluntad de Dios y no por ninguna fuerza de maldad contra ellos, de la misma manera, por ejemplo que cuando Pablo fue mordido por una víbora, los nativos del lugar pensaron que se moriría, pero Pablo “ningún daño padeció” (Hech. 28:5)

 

20 Pero (no obstante) no os regocijéis (alegren) de que los espíritus se os sujetan (los obedecen), sino regocijaos (alégrense) de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

Jesús les da una amorosa advertencia, que, no obstante que estaban contentos por el resultado de la misión, les dice que su gozo futuro no debe estar basado a los resultados que obtengan, ya que hay un gozo mayor a ese, y es que sus nombres están inscritos en los cielos; es decir, que sus nombres están inscritos en el libro de la vida (Ef. 4:3, Ap. 20:15), donde se inscriben de forma permanente a todos los que creen y rinden su vida a Jesucristo como dice Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, y ese gozo no viene de algo que ellos hayan hecho, sino de algo que Dios hizo por ellos desde antes de la fundación del mundo como dice Efesios 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.

 

Aplicación Práctica. No debemos gozarnos por lo que hacemos o le servimos a Dios, sino que el verdadero gozo permanente es debido a lo que Él hizo por nosotros.

 

Vs. 21-24. La bienaventuranza presente

21 En aquella misma hora (En ese mismo momento) Jesús se regocijó (lleno de alegría) en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos (instruidos), y las has revelado (mostrado) a los niños (sencillos). Sí, Padre, porque así te agradó (lo has querido).

 

En aquella misma hora. En aquel mismo momento que regresaron los regocijados 70 (setenta) enviados y que Jesús les enseño que el verdadero gozo debería de venir de lo que Dios hizo por ellos.

 

Jesús se regocijó en el Espíritu. Jesús se llenó de alegría en el Espíritu, y eso produjo una expresión de agradecimiento, como cuando Jesús dio gracias al Padre por haberle oído en la resurrección de Lázaro y alzando los ojos al cielo dijo “Padre, gracias te doy por haberme oído” (Jn. 11:41)

 

Y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra. La oración de Jesús comienza con una expresión de alabanza y un reconocimiento a la soberanía de Dios como el poseedor y el gobernante supremo de todo lo creado, tanto en el cielo como en la tierra.

 

Porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. La oración de agradecimiento de Jesús al Padre era porque la obra de salvación que le había encomendado, estaba siendo ocultada del entendimiento netamente humano, por muy sabio e instruido que estuviera, sin la revelación de Dios, los sabios y expertos conforme al conocimiento de este mundo nunca podrán entender el plan de salvación que hay en Cristo Jesús, lo considerarán una locura como dice 1 Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir (entender) espiritualmente, y ese entendimiento o revelación espiritual, Dios se la dio por gracia a los que son sencillos como los niños, y aceptan la salvación como un regalo del Padre, que les permite poner su confianza en Jesús como dice 1 Corintios 1:21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

 

Sí, Padre, porque así te agradó. El deseo de Dios que muestra su buena voluntad siempre fue así, que el entendimiento del plan de salvación no estuviera basado a la capacidad humana, sino al poder de Dios como dice 1 Corintios 1:18-25 18Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

 

22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar (dar a conocer).

Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre. No solo la creación fue hecha por Jesús como dice Juan 1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho, sino que Dios se las entregó por amor como dice Juan 3:35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano, dándole toda potestad sobre la creación como dice Mateo 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, incluyendo el juicio al final de los tiempos como dice Juan 5:22-23 22Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

 

Y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo. La única forma de conocer a Dios Padre es por medio del Hijo, ya que es solo por Cristo que podemos conocer al Padre, en Jesús se hace visible el Invisible, como dice Juan 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer, lo que Jesús mismo declaró también en Juan 14:6-7 6Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

 

Y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar . Ahora bien, ese conocimiento no es del intelecto humano, viene al hombre solo por revelación de Jesús y de conocer a Dios como Salvador y a Jesús como el que ejecutó ese plan de salvación es que viene la vida eterna como dice Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

 

23 Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados (Dichosos) los ojos que ven lo que vosotros veis (están viendo);

Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte. Las siguientes palabras de Jesús no eran para todos, solo para sus discípulos, casi con seguridad habla de los 70 (setenta) que recién regresaron de la misión que los había enviado, más los 12 (doce) que estaban permanentemente con Él.

 

Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis. Les dice que ellos eran dichosos, y que esa bendición provenía de haber visto lo que otros no pudieron ver.

 

24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron. Estos discípulos vieron a Jesús, el Mesías esperado por los reyes como David y anunciado por los profetas del antiguo testamento como Isaías, quienes eran cercanos a Dios, anhelando que llegara el Mesías en su tiempo y no lo vieron. Los discípulos ahora tenían frente a ellos a Dios encarnado, no eran mejores que los reyes o los profetas, simplemente eran bendecidos por estar en el tiempo donde Jesús caminó en esta tierra como dice Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

 

Pero la bendición era doble, no solo lo vieron, sino que pudieron oír sus enseñanzas, los reyes y los profetas trataban de comprender el plan de salvación de Dios para los hombres, pero estos discípulos escucharon el plan de salvación directamente del ejecutor de ese plan, de Jesús; además de todas sus enseñanzas.

 

Aplicación Práctica: Fortalecer nuestro enfoque eterno, disfrutando nuestra bienaventuranza presente.

Wednesday, July 19, 2023

Lucas 10:5-16 Mensajes de paz

 

Mensajes de paz

Lucas 10:5-16


Objetivo: Comprender bien la importancia y la repercusión del mensaje que se nos ha encomendado.

 

Versículo a memorizar:

En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Lucas 10:5

 

Introducción:

Jesús designó a 70 (setenta) de sus discípulos, y los envió de dos en dos a toda ciudad donde Él iría, para que le prepararan el camino, sanando a las personas y anunciando el evangelio, no sin antes recordarles que la cosecha de almas eran muchas y los obreros para llevar a cabo esa tarea eran pocos, por lo que era necesario orar a Dios para que enviara más obreros para esa cosecha.

 

A esos 70 (setenta) les dio instrucciones muy precisas para que mantuvieran interés, integridad y fueran enfocados, los enviaba como corderos en medio de lobos, pero saldrían victoriosos porque su seguridad, n dependería de las circunstancias o de los adversarios, sino del Pastor de esas ovejas que tendría cuidado de ellos, y no solo de su integridad física, sino también de sus necesidades materiales, por eso les dijo que fueran sin dinero, sin provisiones y sin repuesto de sandalias, además de pedirles que fueran enfocados en la misión, por lo cual, no deberían perder tiempo en saludar a nadie en el camino.

 

Desarrollo:

Vs. 5-9. El mensaje

5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid (saluden): Paz sea a esta casa.

Jesús les dijo que no saludaran a nadie en el camino, pero al llegar a la ciudad, lo primero que debían hacer era que en cualquier casa; es decir, sin hacer acepción (exclusión) de personas, si saludaran, incluso les dijo como hacerlo, que dijeran “paz sea a esta casa”, que era un deseo que se convertía en una bendición para cada uno de los miembros de esa casa, anhelando que fueran reconciliados con Dios, que hicieran la paz con Dios, dicha paz solo la podemos tener por medio de Jesucristo.

 

6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará (se quedará) sobre él; y si no, se volverá (se regresará) a vosotros.

Si en esa casa habitaba un “hijo de paz”; es decir, alguna persona que, por la gracia de Dios, recibiera el evangelio de salvación, ese deseo de paz, o esa reconciliación con Dios, se haría efectiva y esa paz reposaría sobre esa persona, de lo contrario, si aquella persona rechazaba el mensaje y al mensajero, ese deseo de paz no sería efectivo y regresaría al mensajero que ya éste tiene la paz con Dios y la paz de Dios.

 

7 Y posad (quédense) en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero (trabajador) es digno (tiene el derecho) de su salario (pago). No os paséis (anden) de casa en casa.

Jesús no les puso limitantes de donde predicar, si en las casas en las sinagogas, en el camino, en los campos, como Él lo había hecho, pero si les da instrucciones muy precisas sobre el hospedaje y su conducta en esas casas donde estarían.

 

Cuando llegaban a la ciudad y predicaban el evangelio, alguien los invitaría a quedarse en su casa, y debían de aceptarlo de inmediato, esto evitaría estar eligiendo la mejor casa para hospedarse, pero además, deberían de quedarse en ella todo el tiempo hasta su salida de la ciudad, aun si tuvieran más invitaciones, esto para evitar la tentación de estar buscando comodidad que les desacreditaría su misión.

 

También les indica que no deben de mostrar menosprecio a la comida o bebida que les den, primeramente, porque vendría como provisión de parte de Dios, y en segundo lugar, para evitar poner obstáculos a la hora de anunciar el evangelio.

 

Y por último, les enseña sobre la retribución; es decir, que deberían de considerar el hospedaje y la comida como un salario por su trabajo para el Señor. El apóstol Pablo también escribió sobre esto en 1 Corintios 9:13-14 13¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

 

8 En cualquier ciudad (pueblo) donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan (sirvan) delante;

Esa instrucción de comer lo que les ofrecieran, no se limitaba a las casas donde se hospedarían, sino también a cualquier comida que les ofrecieran estando en la ciudad, de la misma manera porque venía como provisión del Señor, probablemente sería comida considerada como “impura” ceremonialmente, y aún así, no deberían de despreciarla.

 

9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.

La encomienda era doble, tenían que sanar a los problemas físicos de hombres y mujeres de esas ciudades, para lo cual, Jesús les tuvo que dar poder para que lo llevaran a cabo como lo hizo con los 12 (doce) que mandó primero (Lc. 9:1), y anunciar que el reino de Dios se había acercado a ellos en la persona de Cristo.

 

Esta fue la forma que Jesús utilizó también, teniendo compasión y misericordia con las multitudes, sanando sus enfermedades y predicándoles el evangelio de salvación.

 

Vs. 10-16. La advertencia

10 Mas en cualquier ciudad (pueblo) donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid:

Jesús les advierte que a las ciudades donde irían, a pesar de que llegarían a sanar a sus enfermos y anunciarles algo bueno, como la salvación en Cristo Jesús, podían no ser bien recibidos, para ese caso también les da instrucciones, ir a las calles, no a una sola sino a varias, y se sobre entiende que calles donde hubiera gente y decirles lo que detalla el siguiente versículo.

 

11 Aun el polvo de vuestra ciudad (pueblo), que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros (no tenemos nada que ver con ustedes). Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.

Esta declaración y la acción simbólica de sacudir el polvo de sus pies, era una manifestación de gracia también, que les daría una oportunidad más de arrepentirse, mostrando que las palabras que no quisieron recibir, les sería de testimonio en contra en el día del Juicio, pero Jesús les dice que terminen esa advertencia con la buena noticia de que el reino de Dios se había acercado a ellos en la persona de Cristo.

 

Este acto simbólico también ayudaría a los mensajeros a no quedarse con ningún tipo de molestia o resentimiento hacia los que los rechazaron, de hecho, debería de producir un gozo de saber que vituperados, avergonzados, deshonrados por causa de Cristo como dice Hebreos 13:13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio.

 

12 Y os digo que en aquel día será más tolerable (aguantable) el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad (pueblo).

Por “Aquel día” se refiere al día donde todos compareceremos delante del trono de Dios, y nos muestra que la intensidad del castigo a los que rechazaron a Dios y su evangelio, será en base a la intensidad de su pecado, por eso pone de ejemplo a Sodoma, que era una ciudad extremadamente pecadora, que rechazaron a Dios y que fue destruida como por juicio Divino, sin embargo, a ella no les fueron enviados mensajeros como a estas ciudades anunciando la presencia de Dios en Cristo, por eso el castigo para las ciudades rechazadoras del evangelio sería peor que para la pecadora Sodoma.

 

13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha (hace) que sentadas en cilicio (ropas ásperas) y ceniza, se habrían arrepentido.

Jesús ahora pone de ejemplo a 2 (dos) ciudades galileas que eran vecinas de Capernaum, Corazín y Betsaida de donde eran oriundos Andrés, Pedro y Felipe (Jn. 1:44). Sobre esas ciudades Jesús expresa un “ay” de dolor o lamento, ya que rechazaron el evangelio de salvación, por lo que les esperaba un juicio de Dios, ya que a pesar de que Jesús hizo allí muchos milagros, de los cuales solo tenemos registrado uno, el de la curación de un ciego (Mr. 8:22-26), no se arrepintieron y rechazaron a Jesús y sus Palabras; Jesús las compara con Tiro y Sidón que eran puertos marítimos de Fenicia, pero que estaban fuera de los límites de Israel, por lo que eran gentiles.

 

Jesús les dice que, si en esas ciudades fenicias (no judías) se hubieran hecho los milagros que Jesús hizo en las ciudades galileas (judías), hubieran procedido a un verdadero arrepentimiento. Jesús usa la expresión de “cilicio y ceniza”, para enfatizar que no sería un arrepentimiento superficial, sino uno profundo, como cuando una persona pasaba por un fuerte dolor, como la pérdida de un ser querido, y se vestían de cilicio que era un saco o una ropa áspera que producía incomodidad                                               y se sentaban sobre ceniza para mostrar exteriormente el sentimiento de tristeza y dolor interno por el que estaba pasando.

 

Jesús dijo en Juan 15:21-24 21Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. 24Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.

 

14 Por tanto, en el juicio será más tolerable (aguantable) el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.

Debido al permanente rechazo a la amplia manifestación de gracia que tuvieron esas ciudades galileas, el castigo en el día del juicio (Ap. 20:11-15) sería más severo para ellas que para las ciudades fenicias de tiro y Sidón, no dice que ellas no habrá castigo, ya que también esas ciudades tuvieron su porción de gracia y la rechazaron, pero Corazín y Betsaida tuvieron la presencia misma de Jesús, muchas de sus enseñanzas y muchos de sus milagros.

 

15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades (lugar de los muertos, abismo, infierno) serás abatida (bajada, descendida).

Lo mismo sucedió con Capernaum, que podríamos decir que fue la ciudad más bendecida por la continua presencia, enseñanzas y milagros de Jesús, ya que fue en esa ciudad donde Jesús hizo su centro de operaciones en su ministerio en Galilea, presumiblemente en la casa de Pedro.

 

Esa ciudad permaneció generalmente endurecida y rebelde al llamado de arrepentimiento de Jesús, quizá su situación de orgullo, de bienestar y de prosperidad que la tenía “levantada hasta el cielo” les impidió proceder a un genuino arrepentimiento lo que la llevaría a que en el día del juicio será descendida hasta el Hades, que debe entenderse como el lugar de los muertos, el abismo o el infierno; un lugar separado de la presencia de Dios.

 

16 El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha (rechaza), a mí me desecha; (rechaza) y el que me desecha (rechaza) a mí, desecha (rechaza) al que me envió.

Jesús termina las instrucciones a sus discípulos dándoles un aliento, diciéndoles que los que los recibieran a ellos y a su mensaje, estaban recibiendo a Jesús y a Dios mismo, quién lo había enviado, pero por el otro lado, quienes los rechazaran, no los estaban rechazando a ellos, no tenían porqué sentirse mal o desmotivados, en realidad estarían rechazando a Jesús quién los envió y a Dios mismo quién envió a Jesús ya que el Jesús y el Padre uno son como dice Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos, o como Jesús también dijo en Juan 5:21-23 21Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. 22Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

 

Aplicación Práctica: Comprender bien la importancia y la repercusión del mensaje que se nos ha encomendado.

Monday, July 17, 2023

Lucas 10:1-4 Como Corderos en Medio de Lobos

 

Como Corderos en Medio de Lobos

Lucas 10:1-4

 
 


Objetivo: Aprender cómo llevar a cabo la gran comisión.

 

Versículo a memorizar:

Y les decía: Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Lucas 10:2

 

Introducción:

Jesús comenzó decididamente su camino a la cruz en Jerusalén (Lc. 9:51), por lo que Lucas es muy extenso en los acontecimientos y enseñanzas de Jesús en ese camino de Galilea a Judea, nos relató cuando paso por Samaria y no quisieron recibirle y de los 3 (tres) varones que querían seguir al Señor.

 

Ahora Jesús enviará a 70 (setenta) de sus discípulos, este relato solo aparece en el evangelio de Lucas.

 

Desarrollo:

Vs. 1-2. Interés

1 Después de estas cosas, designó (escogió) el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad (pueblo) y lugar (aldea) adonde él había de ir.

Después de estas cosas. Lucas sitúa este acontecimiento después de los encuentros con las tres personas que querían ser discípulos de Jesús (Lc. 9:57-62), y después de ver que no tenían su expectativa correcta, no tenían la importancia del tiempo del llamado y que no tenían sus prioridades acomodadas, ahora vemos a un grupo de 70, que no puso ninguna excusa para servir al Señor, tenían un verdadero interés en esta encomienda.

 

Designó el Señor. Lucas por tercera vez se referirse a Jesús como Señor, lo hizo por primera vez en el relato de la resurrección del hijo de la viuda de Naim (Lc. 7:13), después en Lucas 7:31, la palabra en griego es Strong 2962 <kúrios> que significa el de suprema autoridad, soberano, ungido, dueño, Dios; era el termino griego para traducir el nombre de Jehová del hebreo del Antiguo testamento, por lo que reconoce implícitamente que Jesús es Dios.

 

También a otros setenta. Ya había designado previamente a 12 (doce) (Lc. 9:1-5) y ahora comisionó a otros 70 (setenta), ese “también” podría implicar que los 12 (doce) también fueron enviados a los pueblos y aldeas como los 70 (setenta) o que quizá se quedaron con Jesús mientras iban los 70 (setenta) solamente.

 

El número 70 (setenta) es recurrente en el AT, 70 (setenta) fueron los ancianos que junto con Moisés estuvieron en el monte Sinaí (Ex. 24:1), 70 (setenta) fueron los ancianos que estuvieron a la puerta del tabernáculo de reunión cuando Dios descendió en una nube y les habló y comenzaron a profetizar  (Nm. 11:25-26), 70 (setenta) fueron los descendientes directos de Jacob que descendieron a Egipto (Ex. 1:5, Dt. 10:22), 70 (setenta) son las naciones descritas en Génesis (Gn. 10), quizá por todo eso es que 70 (setenta) era el número con el que estaba compuesto el Sanedrín judío.

 

Notar que en algunas traducciones ponen 72 (setenta y dos), y la diferencia es según el códice que tomen para traducir, pero el hecho es que era un número elevado de discípulos de los cuales no sabemos ni sus nombres, ni sus orígenes, ni profesiones, ni nada sobre ellos, pero si podemos identificar con ellos, ya que el anunciar el reino de Dios, no estaba limitado a Jesús y a sus 12 apóstoles, aquí vemos a otros 70 (setenta) de los que no sabemos casi nada, y después de ellos estamos nosotros, que somos personas como las describe Pablo en 1 Corintios 1:26-29 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.

A quienes envió. Este nuevo grupo de discípulos, los envía a una misión semejante a la que envió anteriormente a los 12 apóstoles (Lc. 9:1-5), con claras diferencias y similitudes:

Al parecer, a los 12 los envió a las aldeas de Galilea y les estableció los límites, les dijo que no fueran con los gentiles ni con los samaritanos (Mt. 10:5), mientras que a estos 70 los envía específicamente a las ciudades y aldeas de Judea en las que el pasará en camino a Jerusalén, el territorio a cubrir era más pequeño, sin embargo, el número de enviados era más numeroso.

A los 12 (docr) les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades, mientras que a estos 70, les dio autoridad solo para sanar enfermos (Lc. 10:9), aunque a su regreso, contaron que aún los demonios se sujetaban al nombre de Jesús (Lc. 10:17)

La tarea principal de ambos grupos era predicar el reino de Dios (Lc. 9:2) y anunciar que el reino de Dios se había acercado (Lc. 10:9), que fue siempre la razón principal del misterio de Jesús desde que comenzó su ministerio como dice Mateo 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

De dos en dos. No los mando solos, sino en parejas, para que se rindieran cuentas uno al otro, para que se dieran apoyo uno al otro, tal como enseñaba el sabio de Eclesiastés 4:9-10 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante, pero también para que cuando dieran su reporte hubiera dos testigos que confirmaran los hechos como indicaba la ley en Deuteronomio 19:15.

No solo los 12 (doce) fueron enviados de dos en dos, también los 70 (setenta), y esta forma de llevar a cabo el ministerio, se mantuvo en el Nuevo Testamento, vemos a Pedro con Juan (Hech. 3:1), Pablo con Bernabé (Hech. 13:1), posteriormente a Pablo con Silas (Hech. 15:40), de la misma manera Bernabé y Juan Marcos (Hech. 15:39), y por último Judas y Silas (Hech. 15:32), incluso Juan el Bautista mando 2 (dos) mensajeros a hacerle una pregunta a Jesús (Lc. 9:17). Y es que recoger la cosecha no es un asunto de orden individual, sino de equipo.

Delante de él. Es decir, en adelantada, como unos heraldos que anunciaban con anticipación la llegada del rey, y es que el tiempo apremiaba, el área para cubrir era mucha y en mensaje de salvación debía extenderse por esa región con eficacia y prontitud.

A toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Así que estos 35 (treinta y cinco) duetos de misioneros, entraban a los pueblos y aldeas anunciándoles que el reino de Dios se había acercado (Lc. 10:9). Jesús no tenía ya demasiado tiempo para entrar a los lugares y dedicar tiempo para reunir a las personas y predicarles del reino, además, debemos considerar que habría lugares donde no aceptarían el mensaje y eso le quitaría tiempo que ahora no tenía. Es probable que en aquellos lugares donde no recibían el mensaje (Lc. 10:11), no sería ya un lugar que Jesús visitaría, en este su último tiempo en aquella región.

 

2 Y les decía: La mies (cosecha) a la verdad es mucha (abundante), mas los obreros (trabajadores) pocos; por tanto, rogad al Señor (Dueño) de la mies (cosecha) que envíe obreros a su mies (campo).

Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos. Jesús usa un ejemplo de agricultura, se le llama “mies” al cereal que ya está maduro para ser recolectado, que en esa época y en esa zona podría ser trigo o cebada lo que sembraban y con lo que se hacía harina para pan.

 

La analogía de Jesús es clara, quiere decir que son muchos los que en este mundo necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias de salvación que hay en Cristo Jesús, y que se necesitan servidores diligentes que acudan a recoger esa cosecha. En esa época había cientos de sacerdotes y religiosos, pero estaban descalificados, porque el Señor no los había enviado.

 

Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Primero notemos la genuina preocupación del Señor por el bienestar eterno del hombre, y enseguida de la importancia de orar sobre ello al Padre, y esa oración no es para que Dios envié obreros a sembrar y cuidar los cultivos, sino solo recoger la cosecha que ya está madura y lista para ser levantada, Dios ya la ha preparado, solo falta cosecharla.

 

La palabra “envié” viene de la palabra griega Strong 1544 <ekbálo> que significa expulsar, arrojar, lanzar incluso con violencia o intensidad, lo que no habla de una voluntad de ir del enviado, sino de la voluntad de Dios de empujar a ese enviado a que lleve a cabo esa tarea casi a la fuerza.

 

Al ser los campos tan grandes y los obreros tan pocos, hace que la situación sea difícil, pero notemos que aún en esa difícil situación, Jesús no les dice que vayan porque faltan obreros, les pide que oren al Padre quien es el propietario de ese campo, como también dijo Jesús en Juan 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador, ya que es Él el que llama y envía. Es bueno saber que es Dios el que intervendrá en la organización de recursos, ya que, siendo el Dueño del campo, no quiere que nada de la cosecha se pierda, o como dice 2 Pedro 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

 

Jesús ya les había pedido a sus discípulos que oraran a Dios por obreros, aún antes de enviar a los 12 apóstoles (Mt. 9:37-38), y así también paso en la primera Iglesia, los misioneros que envío la iglesia de Antioquía (Bernabé y Pablo) fueron llamados por el Espíritu santo cuando la Iglesia estaba ministrando y ayunado (Hech. 13:1-3) y aunque no fueron muchos los enviados, solo 2 (dos) fueron muy eficientes porque Dios los había enviado y contaban con el poder de Dios en ellos.

 

Los obreros no son enviados a la mies por una organización, ni siquiera por la Iglesia, Dios los llama y los envía, y la iglesia solo reconoce en ellos ese llamado de Dios para esa función, y cuando Dios llama y envía, también capacita y el Espíritu le da dones para llevar a cabo la función que les encomienda como dice 1 Corintios 12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo y, Efesios 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.

 

Esta misión comenzó con los 12 (doce), después con los 70 (setenta), y ahora con nosotros, ya que es el cumplimiento de la gran comisión de Mateo 18:19a Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones

 

V. 3. Integridad

3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.

Id. Jesús los envía con un mandamiento en imperativo, vayan les dice, vayan con la expectativa correcta, vayan ahora, no después de que entierren a sus padres, y vayan poniendo el reino como prioridad, no hasta que se hayan despedidos de los de su casa.

 

He aquí. Una expresión como “miren”, “pongan atención”, Jesús los va a enviar, pero con les da una advertencia de lo hostil que esa comisión puede ser.

 

Yo os envío como corderos en medio de lobos. Ese peligro, amenazas, rechazo, hostilidad, serían un común denominador en esta tarea, y ese mismo ambiente permanece hasta el día de hoy al llevar a cabo esa tarea. En un contexto parecido dijo Jesús en Mateo 10:16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.

 

Prudentes (sagaces) como serpientes significa estar al pendiente de la naturaleza que le rodea, que sería la sabiduría para hacer lo que corresponde en el momento y lugar oportunos.

 

Sencillos (inocentes) como palomas significa ser manso y apacible a la hora de presentar el evangelio como Pablo dice en Filipenses 2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa.

 

Los corderos parecen completamente indefensos ante los lobos que no llegaran a jugar con el cordero, sino a intentar destruirlo, pero en definitiva, la protección que esos corderos necesitan no está en ellos, sino en su pastor, el que dijo “yo los envío”, es el que siempre cuidará de ellos, aún en las peores condiciones de hostilidad, como dice el Salmo 23:1,4 1Jehová es mi pastor; nada me faltará, 4Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento, o como dice Isaías 40:11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.

 

V. 4. Enfoque

4 No llevéis bolsa (dinero), ni alforja (mochila de provisiones), ni calzado (sandalias); y a nadie saludéis por el camino.

El espíritu (ánimo) que deben de llevar los discípulos en esta misión, es un espíritu de confianza y dependencia absoluta en el Señor que los envía, Él se encargará de proveerles no solo protección, sino lo que necesiten de cosas materiales y/o personales para llevar a cabo esa encomienda.

 

No llevéis bolsa. Este era un monedero que se colocaba debajo del cinturón en el vestido, para que no estuviera a la vista de todos, en el se guardaba dinero que se usaría para comprar provisiones, víveres o pagar algún hospedaje.  

 

Ni alforja. Es una tira de tela fuerte o de cuero que forma dos grandes bolsas en sus extremos, se echaba al hombro y servía para transportar cosas, principalmente comida para los viajes largos, e incluso algún cambio de ropa, su forma ayudaba a balancear el peso.

 

Ni calzado. No les está diciendo que se vayan descalzos, sino que no lleven un calzado de repuesto, estos calzados eran unas sandalias delgadas con cuerdas de cuero, que con el caminar diario y los caminos irregulares, se rompían con facilidad, Jesús les dice que no las lleven, que Él se encargara de que alguien más les provea el calzado si lo necesitan, o aún mejor, se encargaría de que esos calzados no se desgastaran ni rompieran en la misión, como hizo Dios con Israel durante su peregrinar por el desierto como dice Deuteronomio 29:5 Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.

 

Todos los cristianos debemos de aprender a confiar en la provisión divina, así cuando haya abundancia o escases, sepamos que nuestra provisión siempre viene de Dios y no de los hombres o de las circunstancias para poder decir como Pablo en Filipenses 4:12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

 

Y a nadie saludéis por el camino. En nuestro contexto resulta extraña esta instrucción, pero en aquellos días, los saludos eran largos, requería pararse a preguntar por la persona, por el trabajo, por la familia, y luego contestar las mismas preguntas que el saludado haría, y todo eso ocuparía tiempo, del que en ese momento no contaban, ya que Jesús iba con el rostro puesto a Jerusalén y la fecha de la cruz ya estaba pre-establecida.

 

Así que, la misión requería enfoque, no dar pie a las distracciones, ya que Jesús pasaría por los lugares donde ellos habían llegado antes, y quedaba poco tiempo para ejecutar esa encomienda.

 

Aplicación Práctica: Llevar a cabo la gran comisión con integridad, con interés y con enfoque.

 

 

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