Wednesday, November 29, 2023

Lucas 15:1-10 Buscando lo perdido

 

Buscando lo perdido

Lucas 15:1-10

Objetivo: Gozarnos nosotros también al observar la determinación y el gozo de nuestro Dios.

 

Versículos a memorizar:Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” Lucas 15:10

 

Introducción: El camino a la cruz es cada vez más cercano, multitudes seguían a Jesús y les enseño el costo de ser su discípulo, la necesidad de poner a Jesús por encima de sus relaciones familiares más cercanas, de morir a las ambiciones y anhelos personales para seguir los de Cristo, así como renunciar a las posesiones, sabiendo que cuando venimos al Señor, nos convertimos solo en mayordomos de sus riquezas, que no son nuestras, que son de Él y que nosotros solo administramos, siendo entonces la sal de la tierra en este mundo caído.

 

Desarrollo:

Vs. 1-7. La oveja perdida

1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos (recaudadores de impuestos) y pecadores para oírle,

Además de los discípulos que seguían a Jesús, y de las multitudes que se iban juntando a su peregrinación a Jerusalén para celebrar la pascua, entre ellos le seguían pecadores; es decir, gente con una mala conducta publica, con mala reputación, quienes eran considerados como indeseables para la sociedad, como era el caso de los publicanos, quienes eran judíos recaudadores de impuestos establecidos por los romanos, por lo que eran considerados traidores a su nación y por consiguiente eran despreciados por el pueblo y hasta por sus familiares cercanos. El hecho de que entre los discípulos hubiera un ex publicano (Mateo Levi) debió haber causado un gran impacto entre ellos, los que siempre eran despreciados, ahora no solo eran aceptados por un maestro como Jesús, sino que hasta podían relacionarse con el cercanamente, como en las comidas, por lo que se acercaban para oír sus enseñanzas.

 

2 y los fariseos y los escribas (maestros de la Ley) murmuraban (le criticaban), diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.

Vemos que también entre esas multitudes se encontraban los fariseos y los escribas, quienes eran los líderes religiosos en Israel, que seguían a Jesús pero con el interés de asecharle, de ver algo en su conducta o sus dichos que fuera reprochable para poder acusarle, eran personas llenas de orgullo y arrogancia que despreciaban a los que no eran como ellos, y mucho más a los que consideraban pecadores, por lo que al parecer, consideraban como pecado comer con tales pecadores, sin darse cuenta que ellos en su religión también eran pecadores y que Jesús también comía con fariseos y escribas (Lc 11:37).

 

Estos no comprendían la gracia de Dios que buscaba a los extraviados, para llevarlos al arrepentimiento y el poder que tiene para restaurarlos, y por esa falta de entendimiento murmuraban; es decir, criticaban la conducta de Jesús para con ellos, por eso le llaman “este” como una forma de desprecio por lo que hacía.

 

Lo que ellos criticaban, es una verdad del evangelio: “Jesús recibe a los pecadores”, no recibe a todos, sino a los que se reconocen como ofendedores de Dios, no a los que se creen buenos, o los que buscan justificarse por su propia conducta o justicia, sino a los que, sabiéndose pecadores, buscan quien les salve de esa condición, y viene a Dios con un corazón contrito y humillado (Sal. 51:17) a los cuales Dios no desprecia.

 

Y no solo los recibe, sino que “come con ellos”, la comida era algo importante en el entorno social y cultural de esa época, manifestaba amistad y comunión entre ellos, y eso es lo que sucede con los pecadores que se arrepiente, pasan de ser pecadores a hijos de Dios (Jn. 1:12) con una relación tan cercana como la de un Padre y un hijo.

 

3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:

Como ellos no en tendían la alegría de Jesús al ver hallado a un perdido, a alguien que estaba espiritualmente muerto y que le fuera dada vida espiritual para encontrarse con Él, les referirá tres enseñanzas en forma de parábola.

 

En las tres hay una similitud evidente, algo que se pierde, algo que se busca y algo que se halla, y triple enseñanza resume la razón de su ministerio como dice Lucas 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

 

4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto (campo), y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?

Jesús comienza su enseñanza con una pregunta retórica para levantar el interés de los oyentes, ya que ellos son puestos en el lugar de un pastor que cuida 100 ovejas y se le pierde una, la respuesta es obvia “ninguno”, nadie quisiera poner en riesgo las 99 que tiene por una que se perdió, la falta de una entre 100 no le afecta mucho económicamente, ni cambia la dimensión de su rebaño, además ni siquiera sabe dónde la perdió o en que condición se encuentra, si está aún con vida o no, pero el amor por una de ellas, hace que deje a las 99 juntas en un lugar desierto; es decir, solitario, pero están juntas y comiendo y va tras la que se perdió.

 

5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso (lleno de alegría);

Este pastor que representa a Jesús, de verdad ama a sus ovejas, tiene la necesidad de salir a buscar a la extraviada, sabe que, sin la ayuda del pastor, la oveja no tiene posibilidades de vivir ya que estará rodeada de peligros y fieras. Para este pastor su rebaño no está completo son la que le falta, por lo que el pastor es el que emprende la afanosa búsqueda, quizá va llamándola por su nombre para que ella al escuchar la voz de su pastor, le indique donde se encuentra, hasta que finalmente la halla, no nos dice como la encontró, si estaba lastimada, enredada, con temor o cansada, que fuera la razón por la que el pastor la regreso al redil sobre sus hombros gozándose, tenía un continuo gozo durante todo su regreso, quizá simplemente la cargó como una muestra de cariño todo su regreso.

 

6 y al llegar (regresar) a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos (alégrense) conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.

Ese gozo del pastor continuó, no solo cuando dejó a la oveja con las otras 99, sino cuando llegó a casa, tanto que el mismo reunió a sus amigos y a sus vecinos para pedirles que se gozarán con él, por el hecho de haber encontrado a la oveja perdida a la cual llama “mi oveja”.

 

7 Os digo que así habrá más gozo (alegría) en el cielo por un pecador que se arrepiente (vuelve a Dios), que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Jesús aterriza la parábola comparándola con el gozo que Dios siente por un pecador que se arrepiente, sin duda había experimentado tristeza cuando la oveja se perdió, pero ahora su regreso causa gozo en el cielo. Todo el rescate es debido al amor de pastor por aquella oveja, ella no hizo nada en ese proceso, excepto perderse, Dios fue el que planeo buscarla, salió a encontrarla y regreso con ella en sus brazos.

 

Los 99 justos podrían representar a los líderes religiosos que se creían justos delante de Dios y por lo tanto pensaban que no necesitaban arrepentirse de nada, y que, en el contexto, en lugar de gozarse porque Jesús estaba encontrando a los perdidos pecadores y llevándolos al Padre, lo criticaban.

 

Vs. 8-10. La moneda perdida

8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas (monedas de plata), si pierde una dracma (moneda de plata), no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia (con cuidado) hasta encontrarla?

Jesús continúa con la enseñanza de su parábola, pero ahora la representa con una mujer que perdió una dracma, que era una moneda de plata que equivalía al salario de un día de un jornalero, también conocida como denario. Esta mujer pierde una de las 10 que tiene, y aunque tampoco parece muy representativo financieramente perder una de 10 monedas, a ella le importa mucho, quizá, como algunos historiadores comentan, que esas monedas podría ser parte de la dote de matrimonio, y que se estilaba que las mujeres en sus bodas portaran un collar con esas monedas o ponerlas como parte del velo, de ser así, aunque el valor de lo perdido no fuera significativo, para ella tenía un valor personal muy especial y personal.

 

Siendo esta quizá la progresión que el Señor busca en su relato, en la primera enseñanza era una de 100 ovejas, y el pastor mostro amor por la perdida, aquí es 1 de 10, eso es más representativo, pero, sobre todo, el algo de propiedad personal, siguiendo esa progresión, Jesús terminará con la parábola hablando de 1 de 2 hijos que se pierde.

 

La mujer del relato, que quizá pudiera representar a la Iglesia, busca diligentemente la moneda extraviada, los pisos de la época generalmente eran de tierra, y la luz que entraba a las casas, era generalmente solo la que pasaba por la puerta cuando estaba abierta, así que toma una lampara, la enciende y con esa se ayuda en su búsqueda, esa lámpara pudiera representar la Escritura como dice el Salmo 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino, y esas lámparas eran de aceite que representaría al Espíritu Santo, así que la Iglesia, con la Palabra y el Espíritu, buscan diligentemente a los perdidos.

 

9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos (alégrense) conmigo, porque he encontrado la dracma (moneda de plata) que había perdido.

La mujer tomó la lámpara encendida, y una escoban quizá recorrió metro por metro por toda la casa, no sabemos cuánto tiempo le llevó la búsqueda, pero finalmente encontró la moneda perdida, lo que causó en ella un enorme gozo, tanto que decidió reunir por ella misma a sus amigas y vecinas y pedirles que se gozaran con ella porque había encontrado la dracma que se le había extraviado.

 

10 Así os digo que hay gozo delante (entre) de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente (vuelve a Dios).

Jesús vuelve a hacer una solemne afirmación, reiterando la aplicación final de la parábola, es gozo de esa mujer representa al gozo de Dios al encontrar a los perdidos, gozo que se extiende a los ángeles que también se gozan al ver a el gozo de Dios.

 

Aplicación Práctica: Gozarnos nosotros también al observar la determinación y el gozo de nuestro Dios.

Monday, November 27, 2023

Lucas 14:25-35 Si alguno viene a mi

 

Si alguno viene a mi

Lucas 14:25-35

Objetivo: El que tiene oídos para oír, oiga.

 

Versículos a memorizar:Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14:27

 

Introducción: Jesús fue invitado a comer en casa de un gobernante que era fariseo en día de reposo, allí sano a un hombre hidrópico, y les recrimino a los líderes religiosos su hipocresía, después les enseño a los presentes en el banquete la actitud de humillación que deben de tener en las reuniones y en el reino de Dios, al terminar les hablo de la gran cena (bodas del Cordero) que habrá en el cielo y como los invitados originales despreciaron la invitación, que representan a los líderes religiosos que estudiaban las Escrituras y quienes debían haber podido identificar a Jesús como el Mesías esperado; y como después el siervo de la historia que representa al Espíritu Santo, fue enviado a traer a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos que había en la ciudad y sus calles principales, representando al pueblo judío que no era parte de los líderes religiosos y que tenían ciertas incapacidades espirituales para poder identificar al Mesías, y por último cuando ellos entraron y había más lugares en la cena, el siervo  fue enviado a los lugares más lejanos, donde estaban los gentiles, para traerlos y forzarlos a entrar a la gran cena. Y es en ese contexto que Lucas escribe lo que Jesús exigía de sus discípulos.

 

Desarrollo:

25 Grandes multitudes iban (caminaban, le seguían) con él (Jesús); y volviéndose, les dijo:

Grandes multitudes iban con él. Conforme Jesús se iba a cercando a Jerusalén, las multitudes (ahora el plural) que iban en camino a la fiesta de la Pascua, escuchaban de Jesús, o le veían de camino y se iban uniendo para seguirle.

 

Y volviéndose, les dijo. Jesús voltea hacia ellos para darles un mensaje personal, en ese grupo estaban los religiosos adversarios de Jesús que lo seguían para asecharle, los verdaderos discípulos del. Señor, y un gran grupo de los que le seguían por algún interés personal, quizá solo por curiosidad, alguno buscando ver o recibir alguna sanidad o milagro, quizá hasta otros sin saber porque van allí, simplemente están siguiendo a la multitud.

 

26 Si alguno viene a mí, y no aborrece (ama menos) a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Si alguno viene a mí. Las multitudes iban detrás de Jesús, le seguían por un tramo de camino, pero Jesús aquí se refiere a los que realmente quieran seguirle a Él, como persona, como maestro, como Salvador, con una relación íntima de discipulado, no solo para verle hacer milagros o escuchar alguna de sus enseñanzas, sino con una entrega incondicional, ya que la frase “viene a mi” implica dejar todo atrás.

 

Y no aborrece. Viene de la palabra griega Strong 3404 <miséo> que significa odiar o detestar,  amar menos, descuidar o desatender, menospreciar.

 

No está hablando de que debemos odiar a los padres, si la escritura habla de honrarlos (Dt. 5:16), tampoco de odiar a la esposa, si nos manda amarla (Ef. 5:33), o de odiar a hijos y hermanos, si por el contrario nos ha invitado a amar al prójimo (Lc. 10:27-28), así que claramente se refiere a amar menos como esta implícito en el pasaje paralelo de Mateo 10:37-38 37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

 

Así que no está mandando a odiar a nadie, sino que esta frase, así de fuerte, enfatiza la lealtad que Jesús requiere para ser su discípulo, como diciendo “debes tener un amor tan grande por Jesús, que parecerá que a tus seres cercanos los aborreces, aunque los ames.”

 

A su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas. El discípulo debe estar dispuesto a renunciar, de ser necesario, a los lazos humanos más grandes que tiene, como padres, cónyuges o hijos, si ellos se vuelven un obstáculo para serle fiel a Cristo.

 

Los valores más altos de la vida del hombre, deberán pasar a segundo plano en el corazón del verdadero discípulo, el profundo amor que tengamos por nuestros familiares, deberá subordinarse al amor que profesemos por Cristo. Si en algún momento nos encontramos en la disyuntiva de negar a Cristo o ser negado/rechazado por nuestros familiares (como pasaba en la Iglesia del primer siglo, y aún hoy en países árabes e incluso en Israel), el discípulo debe de preferir perder el afecto de su familia, que perder el favor de Dios y la comunión con Cristo.

 

Y aun también su propia vida. Jesús avanza más su requerimiento, diciendo que el verdadero discípulo amará al Señor aún más que su propia vida, que el amor por Cristo deberá estar por encima de sus propios sueños, anhelos, emociones, deseos, placeres, etc, que obstaculicen el seguir a Cristo.

 

No puede. Notemos que no dice “no debe”, sino que “no puede” ser discípulo, por lo que habla de una imposibilidad absoluta, se sigue al Señor con una entrega incondicional o no se le sigue.

 

Ser mi discípulo. Viene de la palabra griega Strong 3101 <madsetés> que significa alumno, aprendiz, seguidor.

 

27 Y el que no lleva (toma, carga) su cruz y viene en pos de mí (me sigue), no puede ser mi discípulo.

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí. Jesús lleva su requerimiento a su máxima expresión, el verdadero discípulo debe de estar dispuesto, no solamente a renunciar al amor familiar o personal por el de Cristo, sino a morir a su “yo”, ya que es necesario que lleve, tome, cargue voluntariamente su cruz y vaya en pos de Cristo, ya había dicho lo mismo pero en forma positiva en Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame, si la frase “viene a mi” implica lo que el discípulo deja atrás, la frase “viene en pos de mi” implica lo que el discípulo adquiere, a Crismo mismo.

 

Llevar la cruz no significa pasar por sufrimientos o penalidades como la gente cree, porque además esas no se buscan voluntariamente, sino que, la cruz tenía el claro significado de negarse a sí mismo, en el contexto histórico en el que se menciona aquí, la muerte en la cruz era asignada a los perores delincuentes en el imperio romano, era una forma de ejecución publica muy dolorosa que llevaba a la muerte de una manera muy lenta (con la finalidad de disuadir a la gente a cometer crímenes parecidos), durante el trayecto a su ejecución, los romanos acostumbraban dar latigazos y obligar al condenado a muerte a cargar un yugo de madera sobre sus hombros (solo el travesaño), de modo que la gente que veía al reo cangando su cruz, entendía que estaba vivo pero que iba en camino a una muerte segura, esa persona estaba siendo completamente humillada. Pero como Jesús lo menciona, esa humillación sería voluntaria, no forzada como en Roma, sino que habla de una humillación consciente, de tomar voluntariamente la cruz e ir en camino a Cristo donde moriría completamente el “yo”.

 

Jesús puso el ejemplo más grandioso, Él siendo Dios, estuvo dispuesto a humillarse en una condición de hombre, y estando así, incluso se humillo más yendo a la muerte de cruz como dice Filipenses 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

 

Pablo lo entendió claramente y se lo dijo a la Iglesia de Galacia en Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

 

No puede ser mi discípulo. Una vez más Jesús menciona la misma frase, la negativa de no querer humillarse voluntariamente, imposibilita el poder ser discípulo de Cristo.

 

28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar (construir) una torre, no se sienta primero y calcula los gastos (costos), a ver si tiene lo que necesita para acabarla  (terminarla)?

En este momento quizá algunos de entre la multitud estarían dispuestos a volverse discípulos de Cristo, por lo que el Señor explicará por medio de dos parábolas alto costo de seguir a Cristo, y el costo más alto que se pagaría si no se le sigue.

 

Primero explica el costo de la perseverancia, ilustrando en forma de pregunta una escena, la de un hombre que quiere edificar una torre; no se nos dice el uso de dicha torre, podría ser una construcción fortificada tipo atalaya en su propiedad para vigilar que no entren intrusos, quizá una torre de almacenaje, o alguna instalación agrícola, el hecho es que ese hombre se sienta y calcula los costos de la obra, primero debe tener claro que quiere construir, desde los altos costos de los cimientos, hasta la construcción en sí, y por último, determinar si tiene los recursos financieros para llevarlo a cabo.

 

Los que estaban evaluando seguir a Jesús, deberían de calcular el costo del discipulado, una vida de renuncia a todo para seguir a Jesús bajo cualquier circunstancia, que podría implicar perder el cariño de los seres cercanos, la estima o el aprecio de otros, e incluso a estar dispuesto a humillarse a sí mismo para mantener la comunión con Cristo, pero de la misma manera que la torre no se construye de un día a otro, de la misma manera el profundo amor por Cristo se va formando en el caminar diario con Él.

 

Jesús dijo que, como sus discípulos, en este mundo tendríamos aflicción (Jn. 16:33) y Pablo de dijo algo parecido a Timoteo en 2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente (obediente a Dios) en Cristo Jesús padecerán persecución.

 

Esta ilustración de Jesús no es para que la gente desistiera de seguirle, sino una invitación con el previo conocimiento de lo que deberían de pagar.

 

29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla (terminarla), todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,

30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar (construir), y no pudo acabar (terminar).

La burla de aquellos que lo vieron comenzar su torre y no haber podido pasar de los cimientos, es el resultado de haber tomado una decisión a ligera.

 

Esa misma burla recibirían aquellos que quisieran seguir a Jesús si no consideraban seriamente que comenzarían a caminar contra el mundo, e incluso muchas veces, contra los de su propia casa, amigos y ambiente laboral o escolar.

 

Ahora bien, cuando decidimos seguir a Jesús y ser verdaderos discípulos, sabiendo el costo que eso implica, sin duda no será fácil, nos encontraremos con desánimo, pero es allí cuando entra la amorosa provisión de Dios como dice Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad, produciendo en los discípulos la perseverancia como también dice Hebreos 13:20-21 20Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

31 ¿O qué rey, al marchar (ir) a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente (defenderse) con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada (mensajeros) y le pide condiciones de paz.

Ahora Jesús explica el costo de no seguirle, en el ejemplo anterior se trata de construir (una torre), este segundo ejemplo habla de destruir un reino. El costo de la indecisión.

 

El rey del reino que esta por ser atacado, tiene un ejército menor al ejército del rey que esta por atacarle, por lo tanto, debe de evaluar bien sus posibilidades de salir victorioso antes de la batalla, y si considera que no puede, le es necesario pedir condiciones de paz; es decir, someterse al rey que viene a conquistarle, para no perder su vida y la de los suyos.

 

El rey débil representa a los hombres que naturalmente, debido a su condición de pecado, son enemigos de Dios (que es el Rey fuerte) como dice Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios, así que cuando evalúa que no podrá salir bien librado en el día del juicio, cuando este frente a Dios, debería de preferir rendirse voluntariamente a Dios, ser reconciliado con Él, como dice Romanos 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida, y esa reconciliación debe hacerse mientras el Rey fuerte está lejos, ya que una vez que esté cerca, no habrá tiempo y conquistará a todos sus enemigos como Pablo le dijo a la Iglesia de Corinto en 1 Corintios 15:25  Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.

 

El costo de seguir a Jesús es alto, hay que dejar todo lo que consideramos valioso, pero nos quedamos con la vida (sobre todo la vida eterna), pero el costo de no seguir a Jesús es más alto, lo perderíamos todo (incluso la vida eterna).

 

33 Así, pues (de la misma manera), cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee (tiene), no puede ser mi discípulo.

Jesús pasa a la conclusión, renunciar a los que se posee, ahora si habla de posesiones materiales, o emocionales o espirituales que impidan seguir a Cristo, no está diciendo que deben de deshacerse de las cosas que posees, sino que deben entender que, al ser seguidor de Cristo, ahora esas posesiones no son tuyas, sino de Él, de la misma manera que lo que tenía el Rey derrotado ahora son del rey conquistador.

 

El orgullo de una carrera o de un estatus social alto, pueden impedir el ser discípulo sino se lo entregas a Cristo, una religión o una filosofía que alguien tenga, puede detener a esa persona el seguir a Cristo, si primero no se renuncia a eso, de allí es que Jesús menciona por tercera vez esa imposibilidad “no puede ser mi discípulo.”

 

34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida (deja de estar salada), ¿con qué se sazonará?

Buena es la sal. La sal siempre fue considerada como algo muy valioso, de allí viene la palabra salario, ya que a los soldados y funcionarios romanos se les pagaba con sal. En el Antiguo testamento, algunas de las ofrendas que se sacrificaban, eran previamente sazonadas con sal (Lv. 2:13), incluso la Escritura habla de pactos o alianzas que se confirmaban con intercambio de sal (2 Cr. 13:5).

 

La sal ayuda a sazonas los alimentos y darles un sabor más agradable, pero también era usada para preservar alimentos perecederos como las carnes y los pescados ya que sirve como un antiséptico (que destruye los gérmenes) y evita la descomposición.

 

Jesús dijo que sus discípulos eran la sal de la tierra en Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres, en un sentido aquellos seguidores de Jesús, no solo le dan sabor moral a este mundo inmoral, cuando aprecia el matrimonio en una sociedad que lo desvaloriza, cuando honra a los padres en una sociedad que los desprecia, cuando son ejemplares trabajadores o empleadores en un ámbito laboral descompuesto, donde no usan palabra vulgares y groseras en una sociedad que cada vez normaliza más la corrupción del lenguaje, además también son los antisépticos para la sociedad, ya que están llamados a vivir vidas no contaminadas con la corrupción de este mundo, a tener una vida santa, con la nueva naturaleza que Dios les ha dado y siguiendo de cerca a Jesús como dice 2 Pedro 1:3-4 3Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia, pero sobre todo al predicar el evangelio de salvación que hay en Cristo Jesús, y hacer más discípulos como Él mando en Mateo 28:19-20 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén, siendo instrumentos para producir más sal en esta tierra.

 

Mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? El problema es cuando la sal deja de llevar a cabo su función, la palabra insípida viene del griego Strong 3471 <moraíno> que significa se hace simple, se hace necia o se desvanece (como se tradujo en Mt. 5:13), así que no habla de que pierda su composición química, la sal nunca deja de ser sal, pero si se desvanece, si el creyente se vuelve necio, deja de tener el efecto para lo que se le requiere.

 

35 Ni para la tierra ni para el muladar (abono) es útil; la arrojan (tiran) fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. Una sal insípida, es una sal que no es sal, es una persona que aparenta ser sal, pero no lo es, que puede estar convencido pero no convertido, en el contexto se sigue refiriendo a las multitudes que le siguen sin ser sus discípulos, por lo que no sirven para dar sabor o preservar, es solo arena que es arrojada a la basura, ya que no sirve para la tierra de cultivo a la cual se le ponía sal para fertilizarla, ni siquiera para el muladar; en esa época sal se mezclaba con estiércol para que sirviera de combustible, o como abono a la tierra, pero si no era sal, de nada serviría.

 

El que tiene oídos para oír, oiga. La conclusión de Jesús es solemne, todos los presentes tenían oídos, pero solo aquellos a los que Dios les hubiera dado el oído espiritual para escuchar con atención y entender el mensaje de Jesús responderían a esta clara invitación a seguirle.

 

Versículos de Cierre: 1 Pedro 4:2-3 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

 

Aplicación Práctica: El que tiene oídos para oír, oiga.

 

Monday, November 13, 2023

Lucas 14:1-24 La Gran Boda y los convidados

La Gran Boda y los convidados

Lucas 14:1-24

Objetivo: Recibir la invitación a la gran Boda acudiendo sin retraso y con la actitud correcta.

 

Versículos a memorizar:Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.” Lucas 14:11

 

Introducción: “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.” Apocalipsis 19:9

 

Desarrollo:

Vs. 1-6. El soberano invitado

1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, estos le acechaban (vigilaban).

Lucas vuelve a situar el siguiente relato en un día de descanso, y menciona a un fariseo gobernante como el anfitrión de una comida, ese título de gobernante refleja que tenía un puesto importante, quizá era el jefe de la sinagoga, o parte del Sanedrín judío. (órgano de gobierno)

 

La hostilidad de los fariseos contra Jesús, no ha cambiado, en esa comida, aparte del fariseo anfitrión, estaban otros fariseos que le asechaban, es decir, que lo miraban continuamente, quizá para verle caer en algo que les sirviera para acusarle. El amor de Jesús por los perdidos tanto publicanos, percadores y fariseos, tampoco ha cambiado, debido a eso es que le acepta la invitación de comer en casa de uno de ellos.

 

2 Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico (hinchado de piernas y brazos).

En aquella comida de repente aparece un hombre enfermo, Lucas no nos dice ni quien era ni cómo llegó allí, existe la posibilidad de que los mismos fariseos lo hubieran llevado con la intención de que Jesús le sanara en día de reposo, y así poder acusarle.

 

La hidropesía es una enfermedad que se manifiesta con la acumulación de líquidos en algunas partes del cuerpo como el vientre, los tobillos, las muñecas, los brazos, el cuello y/o las piernas. 

 

3 Entonces Jesús habló a los intérpretes (maestros) de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo (descanso)?

Este enfermo no le pide ser sanado, pero Jesús lo sanará, pero antes se adelanta a los religiosos que ya anteriormente han tratado de acusarle con las sanidades en día de reposo como algo malo, como la sanidad a la mujer encorvada (Lc 13:10-17), para formularles la pregunta si era lícito (legal), si era conforme a la ley sanar o no en el día de descaso.

 

Jesús dirige su pregunta tanto a los fariseos, como a los intérpretes de la ley; es decir a los escribas que allí se encontraban, y los trata como un solo grupo religioso opositor de su ministerio.

 

4 Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.

La pregunta era muy clara y concreta, cualquier conocedor de las Escrituras podría haberla contestado fácilmente, pero sorprendentemente, ni los escribas ni los fariseos contestaron algo, se quedaron callados, ni siquiera murmuraban entré sí como lo habían hecho en otras ocasiones. Si contestaban que, si era lícito, contradecirían las tradiciones humanas que ellos habían enseñado, y tampoco podrían decir que no era lícito, porque no tenían ningún argumento escritural que lo respaldara.

 

Se generó un silencio, quizá el Señor espero un poco para hacer notar que no tenían respuesta a su pregunta, Él mismo contestaría su pregunta, pero no con palabras, sino con hechos, por lo que procedió a sanar al hidrópico.

 

Lo primero que hace Jesús es tomarle, no tenía necesidad de tocarlo, ya que ha sanado personas a distancia, pero una vez más muestra su amor y compasión por los enfermos y necesitados, le toma quizá de la mano o del hombro, y sin decir alguna palabra, lo sanó, y le fue removida a aquel hombre esa enfermedad de la que no sabemos por cuanto tiempo la tenía, y le despidió; es decir, lo dejó ir a su casa, pero completamente sano.

 

Lucas no registra ninguna reacción de aquel hombre por el milagro recibido, quizá porque el énfasis está haciéndolo en el poder sanador de Jesús y en la hipocresía que resaltaba en los fariseos y escribas que estaban allí presentes.

 

5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno (burro) o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo (descanso)?,

Jesús se dirige a los líderes religiosos haciéndoles una pregunta de la vida cotidiana, los asnos y los bueyes eran animales de carga, los acules dejaban también descansar en el día de reposo, pero si alguno de ellos, comiendo o caminando se caía a un pozo, ellos o sacaban de inmediato, sin esperar a que ese día de descanso pasara.

 

La religión produce una doble moral, por eso les llamó hipócritas (Lc. 13:15) en una situación similar, ellos hacían dos diferentes juicios en una misma situación, si les pasaba a ellos juzgaban de una manera y si le pasaba a otros, juzgaban de manera contraria.

 

6 Y no le podían replicar (contestar) a estas cosas.

Como un enfermo que necesita ser sanado es más importante que un animal caído en un pozo, pues los que estaban asechando al Señor, quedaron sin respuesta.

 

Vs. 7-11. La actitud de los convidados

7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa (lugares de honor), refirió a los convidados (invitados) una parábola, diciéndoles:

Los fariseos habían venido a asechar la Señor, a observarlo cuidadosamente, y ellos fueron los asechados, Jesús vio su comportamiento en aquella cena, de cómo se peleaban por los asientos de honor en aquel banquete, que eran los asientos meas cercanos al anfitrión, por lo que procede a enseñarles sobre la humildad en una parábola.

 

8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar (lugar de honor), no sea que otro más distinguido (importante) que tú esté convidado por él,

9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar (cédele tu asiento) a este; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.

Los lugares en banquetes de bodas, eran asignados por el anfitrión, los más importantes estaban cerca de los novios, y los invitados menos distinguidos, los lugares más alejados.

 

Jesús les recomienda que no corriesen a sentarse en cualquier lugar y especialmente en los lugares destacados en las bodas, ya eso podía causarles un inconveniente, que cuando llegara el invitado asignado a ese lugar, llegara el novio o la novia y les pidiera ceder el lugar a la persona a las que ellos querían honrar y eso causara vergüenza a que quiso tener un lugar de privilegio y no le pertenecía, y termine en el último lugar

 

 

10 Mas cuando fueres convidado (invitado), ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó (invitó), te diga: Amigo, sube más arriba (pásate mas adelante); entonces tendrás gloria (honra) delante de los que se sientan contigo a la mesa.

El Señor les recomienda que no busquen los primeros lugares, sino que busquen sentarse en el último lugar, de modo que si los anfitriones habían pensado en honrarle, le diría que reacomode en un lugar más cercano y eso produciría que en ese momento fuera alabado delante de todos.

 

11 Porque cualquiera que se enaltece (engrandece), será humillado; y el que se humilla, será enaltecido (engrandecido).

La aplicación que Jesús hace es muy clara y práctica, quien quiere ser alabado y anda buscando sentarse en esos primeros lugares, corre el riesgo de quedar avergonzado, contrario a lo que andaba buscando, por el contrario, quien humildemente no está buscando la gloria de los hombres, pudiera encontrase siendo honrado públicamente, como también dijo Salomón en Proverbios 25:6-7 6No te alabes delante del rey, ni estés en el lugar de los grandes; 7Porque mejor es que se te diga: Sube acá, Y no que seas humillado delante del príncipe a quien han mirado tus ojos.

 

Esta enseñanza parabólica de Jesús tuvo que haber causado impacto en los presentes, quizá algunos se sintieron confrontados con esas palabras, quizá otros estaban disgustados pro los lugares que les había tocado, de allí la importancia de revestirse de humildad como dijo Pedo en 1 Pedro 5:5b revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

 

Vs. 12-14. La actitud del anfitrión

12 Dijo también al que le había convidado (invitado): Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar (invitar), y seas recompensado.

Jesús ahora se dirige al anfitrión, al fariseo gobernante que lo había invitado a comer en aquel día de reposo, que había escuchado la exhortación que Jesús les dijo a los invitados, sin pensar que también había una exhortación para él.

 

Le dice que ya sea que organice una comida de medio día o una cena de media tarde, que no tenga por costumbre solo invitar a sus amigos, familiares cercanos o lejanos y a nos conocidos adinerados, ya que ellos se verán en la obligación de invitarle cuando hagan sus banquetes, y eso sería como un pago por la comida o recompensa.

 

13 Mas cuando hagas banquete (fiesta), llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;

14 y serás bienaventurado (dichoso); porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

En lugar de solo invitar a los cuatro grupos mencionados, debería también invitar a los pobres, gente sin recursos económicos que en ocasiones podrían no tener para comer, y que apreciarían esa invitación, pero no podrían devolverle la invitación después, y eso haría que su recompensa fuera dada por Dios en el cielo.

 

En aquella época, según los historiadores, dicen que los que tenían algún padecimiento corporal como mancos, cojos y ciegos, eran regularmente excluidos de las comidas comunitarias, Jesús aquí instruye al anfitrión que debería de incluirlos por la misma razón, que se encontrarán en imposibilidad de devolver la invitación y entonces serán bienaventurados, felices y dichosos porque su recompensa por haberlos invitado será celestial, cuando suceda la resurrección de los justos (justificados por la fe) y no terrenal como dice Proverbios 19:17 A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

 

Jesús le ayuda con esto a poner sus ojos en las cosas eternas, y no en lo material y temporal de esta vida.

 

Vs. 15-24. Los bienaventurados

15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado (dichoso) el que coma pan en el reino de Dios.

Uno de los que estaban invitados a ese banquete, oyendo a Jesús hablar de los bienaventurados, y de la recompensa que Dios les dará en la resurrección de los justos, no pudo contenerse y dijo en voz alta la expresión de “Bienaventurado el que coma pan den el reino de Dios”, como expresando que el solo hecho de tener comunión con Dios en el cielo, ya era en sí mismo una bienaventuranza, aunque no hubiera ninguna recompensa. Jesús recién hablo de eso en Lucas 13:39 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

 

16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena (banquete), y convidó (invitó) a muchos.

Jesús no mencionó nada sobre aquella expresión que hizo aquel hombre, pero la va a aprovechar para confirmar que era verdad que es bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios, pero ¿qué pasaría si los invitados a comer ese pan en el reino de Dios, rechazan dicha invitación?, por lo que les presenta una parábola de un hombre, que es el amo, el padre de familia (v. 21) que claramente representa a Dios en la parábola, Dios es el que organiza esa gran cena, un gran banquete que bien podría ser la boda de su Hijo, conocida en la Escritura como las bodas del Cordero en Apocalipsis 19:7-9 7Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. 9Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios, a la cual invitó a muchos, que aquí representan a los judíos, a quienes se les hizo primero la invitación al arrepentimiento para entrar al reino de los cielos por medio de Cristo, quien fue por sus pueblos y cuidades predicándoles, e incluso mando a los 12 (Lc. 9:10) y luego a los 70 (Lc. 10:1) con la invitación a la gran cena.

 

17 Y a la hora de la cena (banquete) envió a su siervo a decir a los convidados (invitados): Venid, que ya todo está preparado (listo).

Los historiadores dicen que las invitaciones para las bodas en esa época y lugar, se hacían con mucho tiempo de anticipación, hasta un año antes de la boda, por lo que la gente tenía tiempo para prepararse, pero cuando la fiesta estaba ya muy próxima el padre del novio enviaba a sus criados a recordarles la invitación que habían recibido, que es lo que parecer suceder en el relato de Jesús de esta gran cena, Jesús pone este recordatorio de la invitación de manera muy firme, “Vengan, ya está todo listo”. Dios estuvo mandado a sus profetas para que su pueblo estuviera dispuesto a la llegada del Mesías, pero fue hasta Juan el bautista que les hizo este último recordatorio, siendo Juan el que presento a Jesús como “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29, 36).

 

18 Y todos a una (sin excepción) comenzaron a excusarse (disculparse). El primero dijo: He comprado una hacienda (terreno), y necesito ir a verla; te ruego que me excuses (disculpes).

Los invitados rechazan la invitación y no asistirán a la cena, cada uno, sin excepción, aportará una excusa personal, que, al ser tan ilógicas, solo descubre la condición de su corazón, que muestra desprecio por el anfitrión y pro su banquete.

 

El primero rechaza la gracia argumentando una necesidad, la de ir a ver una finca o un terreno que había comprado, su excusa carece de valor y de credibilidad, porque para comprar una propiedad, forzosamente tenía que haberlo visto antes de comprarlo, no hace sentido irlo a ver después de adquirirlo, y si la vuelta era para supervisar algo del terreno, bien podía hacerlo después del banquete, al día siguiente, por ejemplo.

 

En forma muy diplomática le manda decir al anfitrión con su siervo que “le rogaba que lo excusara (disculpara)”, pero con su acto de desprecio es como si le dijera “dile a tu señor que no me moleste, no quiero saber nada de él ni de su gran cena.”

 

19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses (disculpes).

El argumento de este segundo invitado es que la gran cena se está dando en un momento muy inconveniente para él, ya que acaba de comprar 5 yuntas de bueyes, en total 10 de ellos, y tiene que ir a probarlos. Su excusa es absurda, la compra no era pequeña, era de gran valor, por lo que nadie gastaría ese dinero sin haber visto y probado que esos animales de carga eran aptos para el trabajo que el los necesitaba, además que el banquete era una cena, se daría al atardecer y probar esas 5 yuntas no se hacía por la tarde, sino por la mañana y poder observar el comportamiento de todo el día de esos animales que había comprado.

 

El siervo recibe la misma petición educada rogando por disculpas del anfitrión, cuando en la realidad también le estaba despreciando como si le dijera “tú y tu cena no tienen ninguna prioridad para mí, yo estoy enfocado en lo mío y en mis negocios y nada más”

 

20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.

Este tercer caso resulta ser el mas desconsiderado de todos, ya que su argumento es la imposibilidad, dice que no puede ir porque recién se casó, los otros 2 no podrían llevar ni la finca ni las yuntas, pero este no presenta ninguna razón para no llevar a su esposa y asistir a la gran cena, este ni siquiera presentó una disculpa, se limitó a despedir al siervo sin que le llevara ninguna disculpa a su señor.

 

El caso es que ninguno de los invitados, resumidos en estos tres personales de la parábola acudió a la invitación, bien les dijo Jesús recientemente en Lucas 13:34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

 

21 Vuelto el siervo, hizo saber (informó) estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia (dueño de la casa, amo), dijo a su siervo: Ve pronto (de prisa) por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.

Al regreso del siervo, le dio detalles al padre de familia de lo acontecido, lo que lo hizo enojar, sus invitados habían tomado a la ligera la invitación del evangelio y con desprecio presentaron excusas para no asistir al banquete, eso llevó al Señor de la casa a pedirle a su siervo que saliera inmediatamente mientras la mesa está preparada y la cena esta dispuesta, a recorrer los lugares cercanos como las plazas y las calles principales de la ciudad, y no invitar, sino llevar a todos los necesitados y los inválidos que se encontrara en ellos.

 

Estos “nuevos” invitados, que pudieran representar, ya no a los líderes religiosos que habían rechazado la invitación, sino a aquellos en Israel que si creyeron al mensaje de salvación, a los discípulos que estaban con Jesús y a los miles que comenzaron a creer en Jesús como el Mesías (enviado) de Dios después de día del Pentecostés (Hech. 2) que hasta ese momento no tenían derecho a entrar, ahora podían hacerlo, iban a ocupar un lugar por gracia que Dios estaba determinando para ellos, algunos estarían desconcertados, otros quizá argumentarían que no tenían ropa adecuada para dicho banquete, otros dudarían de la invitación que le estaba haciendo aquel siervo, pero era trabajo del siervo convencerlos y “llevarlos”, porque la instrucción del dueño no era que extendiera la invitación, sino que los llevara a esa gran cena, este siervo bien puede representar al Espíritu Santo que es el convence al pecador como dice Juan 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

 

22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.

Cumplida la instrucción del Padre de familia, el siervo le informa que aún quedaban lugares en esa gran cena.

 

23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados (cercados/ veredas), y fuérzalos (oblígalos) a entrar, para que se llene mi casa.

Ahora el dueño manda al siervo a que vaya más lejos de la ciudad, que vaya por los caminos y las veredas, que eran caminos alternos y estrechos que se había formado por el paso de personas y animales, la invitación a la gran cena la extiende Dios a los gentiles, habiendo lugar para ellos, manda a su siervo a que los busque en esos caminos lejanos y errantes y los obligue a entrar, con la finalidad de que se llene la casa donde se llevaría a cabo ese banquete, esto mismo le dijo Pablo y Bernabé a los judíos de Antioquía en Hechos 13:46-48 46Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. 47Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. 48Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.

 

O como le dijo Pablo a la Iglesia gentil de Éfeso en Efesios 2:11-13 11Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 

 

24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados (invitados), gustará (disfrutará) mi cena.

La cena preparada no quedaría arruinada por el desprecio de aquellos primeros invitados, se llenó con los que no eran dignos que fueron convidados, y los primeros no disfrutarían de una cena como aquella, porque en el relato, el tiempo de la gracia terminó y las bodas del cordero se llevaron a cabo.

 

Aplicación Práctica: Recibir la invitación a la gran Boda acudiendo sin retraso y con la actitud correcta.

Lucas 21:1-6 Levantando los ojos

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