Monday, February 26, 2024

Lucas 18:18-30 Imposible para los hombres, posible para Dios

 

Imposible para los hombres, posible para Dios

Lucas 18:18-30

 

Objetivo: Maravillarnos al observar el más grande milagro en nuestra vida.

 

Versículo a memorizar: “Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.” Lucas 18:27

 

Introducción: Los discípulos reprendían a aquellos que traían a los niños al Jesús para que orara por ellos y los bendijera, por lo que Jesús se indignó y les dijo que dejaran a los niños ir a Él y que no se los impidieran y la razón fue muy clara y concreta, que de los niños es el reino de los cielos, y aprovecho para dar una enseñanza muy precisa, que debemos ser como niños para recibir el reino de Dios, de otra manera no se podrá entrar.

 

Desarrollo:

18 Un hombre principal (un líder de los judíos) le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar (alcanzar) la vida eterna?

Un hombre principal. Lucas no menciona ni lugar ni tiempo de este encuentro, pero los pasajes paralelos nos agregan más información, por ejemplo, Mateo registra que era joven (Mt. 19:20) la palabra griega utilizada para “joven” habla de alguien que no supera los 40 (cuarenta) años, Marcos dice que el joven vino corriendo (Mr. 10:17) en busca de Jesús, con mucha premura, quizá antes de que se alejara Jesús de esa zona, ya que si sabemos que Jesús va en camino a Jerusalén, y antes de hacerle aquella pregunta que quizá lo inquietaba por un tiempo, se hincó de rodillas delante de Jesús (Mr. 10:17), como implorándole que le contestara aquella pregunta que era de vital importancia para él.

 

Lucas si nos dice que era un hombre principal, es decir; que tenía una posición de liderazgo con los judíos, quizá algún jefe de una sinagoga o un magistrado (juez) o gobernante, que además de juventud y poder, era rico (Lc. 18:23).

 

Le preguntó, diciendo: Maestro bueno. Jesús ciertamente era un maestro, así era considerado por muchos, pero el énfasis de Lucas y de los otros 2 (dos) evangelios en el pasaje paralelo, es el hecho de que el joven rico le halla llamado también “bueno”, esa palabra viene del griego Strong <agadsós> que ciertamente significa bueno, pero que era un término que en esa cultura que solo se usaba solo para Dios, no se usaba para ningún rabino, el joven quizá lo usa para quedar bien con Jesús, o simplemente reconoce algo especial en Jesús de la misma manera que lo reconocían los líderes religiosos como lo mencionó Nicodemo en Juan 3:2  Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

 

¿Qué haré para heredar la vida eterna? La pregunta que el joven rico le hace a Jesús tiene que ver con su anhelo de la vida eterna; él sabía que había vida después de la muerte, no tenía paz en su corazón ni la seguridad de que podía alcanzar la vida eterna, aun cuando tenía juventud, dinero y poder.

 

Este joven, con su doctrina farisaica que había recibido de obras, quería alcanzar la vida eterna por medio de acciones determinadas, de allí su pregunta de “¿qué haré?”, por otro lado, quizá había escuchado a Jesús sobre el don del reino de Dios que se hereda por gracia, y en su confusión viene a Jesús para que le diga que hacer y poder tener segura la posesión de la vida eterna.

 

19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios.

Jesús le contesta con otra pregunta, de tal forma que el joven medite sobre el adjetivo de “bueno” que uso para referirse Jesús, el cual le corresponde solo a Dios, como diciéndole “si dices que soy bueno, entonces dices que soy Dios manifestado en carne y por consiguiente, harás lo que yo te diga, de lo contrario, solo estas usando ese término de “bueno” a la liguera”.

 

20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás (no robarás); no dirás falso testimonio (no mentirás); honra (valora, obedece y cuida) a tu padre y a tu madre.

El Señor va a confrontar con la ley moral de Dios, que sabía que ese joven conocía, para que pudiera entender que la vida eterna no se obtiene mediante obras que se hacen, ya que nadie puede cumplir la ley de Dios, la ley nos acusa de pecado y nos sirve como un maestro que nos lleva a Cristo como Salvador (Gal. 3:24).

 

Esos mandamientos los encontramos en Éxodo 20, los primeros 4 (cuatro) están relacionados a Dios y a su adoración y los segundos 6 (seis) tienen que ver con el prójimo, es de notar que de esos 6 (seis), Jesús solo le menciona 5 (cinco) y deja afuera el último que es el de “no codiciarás”, parece que fue con toda la intención ya que ese pecado es precisamente el que le aquejaba a aquel joven rico.

 

21 Él dijo: Todo esto lo he guardado (cumplido) desde mi juventud.

Su respuesta muestra que tenía una idea religiosa del cumplimiento de la ley, en su concepto de sí mismo se consideraba como justo y cumplidor de la ley desde su juventud, refiriéndose desde que dejó de ser niño y tuvo uso de razón de las demandas de Dios, el consideraba que había vivido una vida ejemplar, pero aun así no tenía la certeza de la salvación, debido a eso es que mateo registra que le preguntó que le faltaba, como dice Mateo 19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?

 

22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo (repártelo) a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y (luego) ven, sígueme.

Marcos registra que Jesús al oír la respuesta del joven rico, “mirándole, le amó” (Mr. 10:21), necesitaba darse cuenta de su realidad, que las posesiones que tenía le estaban estorbando para cumplir con los primeros mandamientos de solo tener a Dios como Dios sobre cualquier otra cosa, y allí estaba Dios encarnado resumiendo en esta frase el no tener dioses ajenos como el dinero que este joven tenía, por lo que Jesús le dice que se deshaga de lo que le estorba y le siga , Marcos agrega que le dijo “ven, sígueme, tomando tu cruz” (Mr. 10:21); es decir, que le era necesario morir a él mismo y a sus posesiones para poder cumplir con el mandamiento de tener a un solo Dios sobre su vida y amarlo sobre todas las cosas.

 

23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

Esa petición de Jesús le resultaba muy difícil de cumplir, por lo que se puso muy triste, mostrando que las riquezas lo poseían a él, y que el joven rico amaba más sus posesiones temporales que la vida eterna, evidenciando que no estaba cumpliendo, como él creía, los mandamientos de la ley, y no es el dinero, sino el amor al dinero el que lo puso en esta posición de tristeza de no poder obtener lo que venía buscando, la vida eterna, por eso dijo Pablo en 1 Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

 

24 Al ver Jesús que se había entristecido (afligido) mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán  (Qué difícil será que entren) en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Jesús aprovecho ese incidente para hablarle a Sus discípulos, las riquezas de este mundo lejos de ser una ventaja como el mundo lo considera, muchas veces se vuelven un impedimento para entrar al reino de Dios, al amarlas más que a Dios.

 

25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Jesús usa una enseñanza en hipérbole, que es la figura donde un relato se aumenta exageradamente para enfatizar un punto, un animal tan grande como un camello es imposible que pase por el ojo de una aguja de coser, y así puntualiza Jesús la dificultad de que un rico entre en el reino de Dios, mostrando como las riquezas tienen el control de los corazones de las personas, por lo que la enseñanza es la misma, si un rico quiere entrar al reino, debe colocar sus posesiones temporales en un segundo nivel, por debajo de Dios y de Su Palabra.

 

Hay muchas interpretaciones sobre esta hipérbole, como de que se le decía aguja a una puerta pequeña en las grandes entradas de acceso a las ciudades amuralladas, donde podían pasar personas, pero no animales como los camellos a menos de que se arrastraran, pero realmente no ha habido evidencia histórica que lo apoye, paree que simplemente Jesús está hablando de una notoria imposibilidad y no solo una dificultad.

 

26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

Esas palabras de Jesús les causó asombro con Sus discípulos, interpretando lo dicho por Jesús, era imposible salvarse.

 

27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

Jesús no niega que así, nadie podría ser salvo como los inquietos discípulos preguntaron; más bien, lo confirma diciendo que ciertamente es imposible, pero imposible para los hombres sin importar su condición, si eras ricos o pobres, hombres o mujeres, judíos o gentiles, ningún ser humano puede hacer algo para obtener la salvación, pero no era imposible para Dios, a quien le pertenece la salvación como dice Romanos 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia, y lo hizo enviando a su Hijo al mundo para morir en una cruz por los pecados de los hombres que pusieran su confianza en él como dice Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

 28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones (cosas) y te hemos seguido.

Pedro toma la palabra después de lo sucedido con el joven rico y las declaraciones de Jesús, el rico no había dejado sus muchas riquezas, y ellos si habían dejado las suyas aunque no fueran tantas como las de aquel joven, y lo había dejado cosas para seguir a Jesús cuando les llamó a seguirles, aunque no habían vendido todo, Pedro seguía teniendo una casa en Capernaúm y tampoco se lo había dado a los pobres, así que Pedro se refiere a que pusieron en primer lugar al Señor sobre sus posesiones.

 

29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,

30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo (en la vida presente), y en el siglo (tiempo) venidero la vida eterna.

La respuesta de Jesús es muy clara y solemne con el “de cierto os digo”, nunca ha llamado a nadie a seguirle y que no tenga mayores bendiciones que superen todo lo que han tenido que dejar, incluyendo una familia espiritual con un mismo dios Padre y un mismo propósito, la gloria de Cristo, pero no solo en esta vida presente, sino, sobre todo, la provisión por gracia de la vida eterna como dice 1 Juan 2:25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

 

Aplicación Práctica: Maravillarnos al observar el más grande milagro en nuestra vida.

 

Tuesday, February 13, 2024

Lucas 18:15-17 Dejen que los niños vengan a mí

 

Dejen que los niños vengan a mí

Lucas 18:15-17

 

Objetivo: Poner mucho cuidado en esta delicada tarea.

 

Introducción: Desde que los fariseos le preguntaron a Jesús el cuándo había de venir el reino de Dios (Lc. 17:20), Jesús enseñó a sus discípulos acerca de ese reino que vendrá, pero que también ese reino, donde Él es el rey, ya estaba entre ellos en la persona de Cristo (Lc.17:21), Lucas no ha cambiado de contexto, sigue hablando de lo que Jesús enseñó sobre el reino, de cómo pedirle al Dios justo que nos haga justicia de nuestro adversario, como hacía la viuda al juez injusto (Lc. 18:3), de cómo debe de ser la actitud de reconocimiento de pecado, de no creerse justos delante de Dios y poder orar a Dios para que sea propicio (misericordioso por medio del sacrificio de expiación), como lo hizo con el publicano de la parábola que contó Jesús (Lc. 18:13), y contrario a como creían los líderes religiosos, representado en el fariseo, que enseñaban que con una conducta moral y algunas prácticas religiosas, podrían agradar a Dios y tener la vida eterna.

 

Ahora Jesús enseñara que ese reino le pertenece los niños (Lc. 18:16), y a aquellos que entran con una actitud como la de esos niños (Lc. 18:17). Más adelante, sin cambiar de tema, enseñara lo difícil que es para un rico entrar en el reino de Dios con el encuentro que tendrá con el joven rico (Lc. 18:24).

 

Desarrollo:

V. 15. Acercar

15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron (reconvenir, regañar).

Traían a él los niños para que los tocase. Lucas no menciona quienes eran los que le traían a Jesús a esos niños, pero muy seguramente eran sus propios padres, ya que en el pasaje paralelo de Mateo 19 dice que la razón por lo que se los acercaban era para “para que pusiese las manos sobre ellos, y orase” (Mt. 19:13), y Marcos agrega que esa oración era para bendecirles (Mr. 10:16), mientras que Lucas solo dice que “para que los tocase”, lo que terminó haciendo como dice Mateo 19:15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.

 

Mientras que Mateo y Marcos para la palabra niños usan la palabra griega Strong 3813 <paidíon>, que se usaba para referirse a un niño, Lucas es mas específico y usa la palabra griega Strong 1025 <bréfos> que se refiere a niños antes de nacer, o recién nacidos y hasta que reciben leche materna.

 

Para esos padres era muy importante acercar a los hijos a Jesús, lo consideraban como alguien que tenía acceso a Dios y lo era, ya que es Jesús el único medio de salvación que Dios ha provisto. Para esos padres no había una preocupación mas grande que la salvación de sus hijos,

 

Aplicación Práctica: De la misma manera que aquellos padres, los padres cristianos hoy, debemos estar inquietos en donde pasaran nuestros hijos la eternidad, para lo que es necesario que los ACERQUEMOS a los brazos de Jesús, como hacía estos padres, hacer con ellos sus devocionales, que oremos con ellos y por ellos, que los llevemos a todas las actividades de la Iglesia que podamos donde la Palabra de Dios es expuesta, que estemos al pendiente de quienes son sus amistades para que esos amigos sean de buena influencia en el reino de Dios, hasta ser cuidadosos en que escuela asisten, para que el precioso evangelio de salvación este cercano a ellos.

 

Lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. La forma del verbo imperfecto que usa Lucas para “traían”, implica una acción repetitiva, por lo que no fue algo de una sola vez, sino que la gente seguía trayendo y trayendo niños para ser bendecidos por Jesús, al parecer, esa cantidad de padres trayendo a sus hijos a Jesús fue la razón por la que los discípulos decidieron reprenderles, esa acción a ellos les parecía intrusiva y sin importancia, por lo que decidieron detenerlos, los reprendieron, esa palabra viene de la palabra griega Strong 2008 <epitimáo> que significa prohibir, censurar, amonestar, reconvenir, exigir severamente algo; quizá lo hicieron con la intención de proteger a Jesús, o quizá en su mente pensaban que solo estaban interrumpiendo el ministerio de enseñanza de Jesús y eso lo consideraban más importante.

 

V. 16. Aprovechar

16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

Mas Jesús, llamándolos. Jesús al observar eso, se indignó (Mr. 10:13), la palabra griega usada por Marcos es la Strong 23 <aganaktéo> que se aplica a alguien a quien algo le causa una grande aflicción y enojo, una ira santa y una indignación justa, pero no es una palabra menor, no hay muy cosas ocasiones que se relata en la Escritura el enojo de Jesús ante alguna situación, y esta es una de ella.

 

Y llamó a sus discípulos, la palabra que usa Lucas es la Strong 4341 <proskaléomai> que literalmente significa llamarlos hacia uno mismo, pero tiene la idea de mandarlos llamar para para darles alguna tarea o una exhortación, no se dirigió a los padres para que dejaran de traer a sus hijos o para decirles que habría un mejor tiempo para eso, sino que llamó y exhortó a sus discípulos por asumir equivocadamente que esa bendición a los niños era de menor importancia en el ministerio de Jesús.

 

Dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis. El regaño de Jesús a sus discípulos va en dos sentidos, el primero en forma positiva y en el presente, para decirles que dejaran a esos niños que se encontraban en ese momento y en ese lugar, ir a Él, y segundo; una instrucción en forma negativa y para el futuro, que no impidan a los niños ir a Jesús a partir de ese momento y nunca más.

 

Aplicación práctica: Nos podemos encontrar impidiendo que nuestros hijos se ACERQUEN a Jesús, cuando no los acercamos a Su Palabra, pero también se los impedimos con nuestros actos y acciones que no están sujetas a los principios bíblicos. Más bien, tenemos que APROVECHAR que de ellos es el reino de Dios, y de una manera decidida y comprometida, llevarlos a la Palabra de Dios donde Jesús se encuentra, leer con ellos la Biblia, hacer con ellos sus devocionales, orar con ellos y por ellos, llevarlos a la Iglesia y a los estudios Bíblicos, modelarles una dependencia a Dios y a Su Palabra en nuestra vida cotidiana.

 

Porque de los tales es el reino de Dios. Jesús enseña un principio bíblico muy claro y sin ambigüedades, que el reino de Dios les pertenece a los niños, la palabra que Jesús usa aquí es la Strong 3813 <paidíon>, que no es la de recién nacidos, sino la de niños, por lo que extiende el rango de edad a los que esos niños les pertenece el reino de Dios.

 

Aplicación Práctica: El llevar a los niños a Jesús es responsabilidad de los padres, la Iglesia capacita a los padres en la enseñanza bíblica e incluso facilita los medios para que puedan los padres instruir a sus hijos, esto lo podemos confirmar en Deuteronomio 6:6-7 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

 

Lo podemos resumir así:

·      Mostrar con nuestros hijos vulnerabilidad:  “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”, es decir; que la Escritura primero tenga un efecto en nuestras vidas.

·     
Ser Intencionales en la enseñanza de la Escritura con nuestros hijos: “y las repetirás a tus hijos”, por medio de un devocional diario, asistencia a la célula y a la Iglesia.

·     
Enseñar con Espontaneidad: ”y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. APROVECHANDO cualquier circunstancia del día para instruirles en los principios bíblicos.

 

Es importante entender la doctrina bíblica detrás de esta declaración, si un pequeño fallece antes de tener conciencia del pecado, sin importar si sus padres son judíos o gentiles, se irán a la presencia del Señor y tendrán vida eterna, por lo siguiente:

 

·      El reino de Dios les pertenece a los niños no porque sean inocentes, ya que todos los seres humanos nacen con la condición de pecado como dice Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron, ya que la condición de pecado viene desde antes del nacimiento como dice el rey David en el Salmo 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.

 

·      El reino de Dios les pertenece a los niños porque son inconscientes (no tienen conciencia) del pecado, y esa falta de conciencia de no conocer a Dios y a su evangelio de salvación que hay en Cristo Jesús, les excusa delante de Dios como dice Pablo en Romanos 2:12,15 12Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.

 

·      El reino de Dios les pertenece a los niños ya que siendo pecadores pero inconscientes de su pecado, les es transferida la justicia de Cristo, de la misma manera que se les transfirió el pecado de Adán, sin ellos haber hecho nada, de la misma manera les es transferida la justicia de Cristo sin hacer nada como explica Pablo en Romanos 5:17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

 

El rey David lo entendía bien, ya que cuando enfermo el niño que tuvo con Betsabé, David ayunó y le rogó a Dios por la sanidad de su hijo, pero al séptimo día murió, y sus siervos no querían darle la noticia porque decían si cuando el niño vivía, el Rey estaba muy afligido, cuando le digamos que murió, se afligirá aún más, cuando David los escucho murmurar entre ellos supo que el niño había muerto, y entonces se levantó de la tierra donde se encontraba postrado, se lavó, se perfumó, cambio sus ropas y fue a la casa del Señor y adoró. Los siervos estaban muy confundidos y le preguntaron porque tenía esa actitud, si cuando el niño estaba enfermo el lloraba y ayunaba, y ahora que el murió regresó a hacer su vida normal, a lo que David contesto lo que se registra en 2 Samuel 12:22-23 22Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.

 

V. 17. Aprender

17 De cierto os digo (les aseguro), que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Jesús no se refiere a que el reino de Dios está compuesto solo por niños, este mensaje es para hombre y mujeres por igual, y lo confirma el pasaje paralelo de Marcos 10:15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

 

Jesús aprovecha el incidente para dejar una enseñanza muy solemne al enfatizar el “de cierto os digo” como una firme y absoluta verdad, que la condición para recibir (entrar) del don de Dios del reino, es la ser como un niño, que recibe lo que le das, sin poner exigencias. De una manera muy similar Jesús se lo explicó a Nicodemo en Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios como ya había dicho antes en Mateo 18:3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

 

Por eso debemos de APRENDER de los niños, tienen el espíritu adecuado para recibir el reino de Dios, son humildes y tiene la confianza de creer lo que se les enseña. Nadie mejor que un niño es el mejor ejemplo de un ser humano que es salvo por gracia, sin ningún mérito humano, un niño que no ha hecho nada para ganarse el reino, que no tiene un concepto de moralidad, que no ha hecho ningún ritual en ninguna religión, que no tiene conocimiento de Dios, que no ha obedecido nada de lo que Dios ha mandado, que no ha tenido ni un devocional con Dios, entonces es claro que es salvo por gracia y por gracia solamente.

 

Pero después de haber entrado reino como niños, debemos anhelar crecer en el Señor como dijo Pedro en 1 Pedro 2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación y dejar de ser niños fluctuantes como escribió Pablo en Efesios 4:13-15 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,

 

Aplicación Práctica: Poner mucho cuidado en esta delicada tarea.

 

 

Monday, February 5, 2024

Lucas 18:9-14 Sé propicio a mí, pecador

Sé propicio a mí, pecador

Lucas 18:9-14

 

Objetivo: Acercarnos confiadamente a Dios con la condición correcta y por la causa correcta.

 

Versículo a memorizar: “Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” Lucas 18:14

 

Introducción: Lucas viene de relatar la parábola de un juez injusto que no tenía temor de Dios ni respetaba a ningún hombre, y de una viuda que constantemente le pedía que le hiciera justicia con su adversario, el relato terminó con el juez haciéndole justicia a la viuda de mala gana, solo con la finalidad de que ya no lo molestara.

 

Jesús enseño que, si un juez injusto que era despreocupado de Dios y que no sentía ninguna empatía por aquella viuda, accedió después de un tiempo a ayudarla solo por su insistencia, mucha más lo hará Dios, que además de ser un Juez Justo, tiene un profundo amor por sus escogidos, el cuál escuchará el clamor continuo que hacen los suyos de día y de noche, y además no tardará en responderles, les hará justicia pronto.

 

Desarrollo:

9 A unos que confiaban en sí mismos como (que se creían) justos, y menospreciaban (despreciaban) a los otros, dijo también esta parábola (ejemplo, historia):

En esta parábola que solo está registrada en el evangelio de Lucas, el autor no dice específicamente a quienes les dijo, pero bien pudiera tratarse de los fariseos, que demás de que en su mayoría eran abiertos adversarios de Jesús, una a un fariseo en su enseñanza como un mal ejemplo de pensar que podían alcanzar la salvación por medio de sus propios esfuerzos, no poniendo su confianza en el plan que Dios diseño para salvarles, sino en ellos mismos.

 

Y es que la conducta de los religiosos cae perfectamente en lo descrito por Lucas, eran personas que se consideraban como justos; es decir, que se convencían así mimos de que hacían lo correcto delante de Dios y eso lo llevaba a ver con menosprecio a las demás personas, todo lo contrario a lo que Pablo instruyó en Filipenses 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

 

10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano (recaudador de impuestos).

Jesús presenta al mismo tiempo a dos hombres de la parábola, una vez más pone de ejemplo a dos personajes contrarios (antagónicos), que subían al templo a orar a la misma hora. Lucas no menciona en que horario del día era, pero los historiadores dicen que regularmente la gente asistía a orar en el templo en uno de los 2 (dos) horarios que ellos llamaban la “hora de oración pública”, que era a las 9 (nueve) de la mañana y a las 3 (tres) de tarde (Hech. 3:1). Y como el templo de Jerusalén se encontraba en lo alto de montaña, no importaba geográficamente de que parte la gente venía al templo, siempre sería un camino de subida.

 

Los fariseos eran el grupo religioso y político más grande de Israel, surgieron después del regreso de los judíos del cautiverio en Babilonia, con la intención de que el pueblo no volviera a desobedecer la Palabra de Dios, pusieron normas y reglas humanas muy estrictas que no estaban en la Ley, creando una religión de reglas y prohibiciones humanas alejadas del propósito de la Palabra de Dios. La palabra, "fariseo", significa "separado", y al principio, su idea era la de separarse de todo pecado, y de las cosas que eran impuras ante Dios, pero se terminó volviendo una religión que se oponía al ministerio de Jesús.

 

Los publicanos eran los cobradores de impuestos en Israel, eran muy despreciados, no solo por llevar a cabo la recolecta de los impuestos en forma desproporcionada ya que en la mayoría de los casos, cobraban más de lo que correspondía, haciendo de eso una forma de enriquecimiento ilícito, como fue el caso de Zaqueo (Lc 19:8), pero además eran considerados por los judíos como traidores a Israel, ya que eran judíos también, pero recolectaban impuestos para el imperio romano que los había conquistado y los oprimía.

 

11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo (a solas) de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos (malhechores, malvados), adúlteros, ni aun como este publicano (recaudador de impuestos);

Como a los fariseos les gustaba “ser vistos de los hombres” cuando oraban (Mt. 6:5), se quedó puesto de pie, probablemente al centro del patio donde entraban los judíos en un lugar muy visible para que todos pudieran apreciar que estaba orando.

 

Jesús enfatizó que el fariseo que no estaba orando a Dios, sino que oraba “consigo mismo”, solo usaba el nombre de Dios, pero toda su oración se va a tratar de él mismo, aunque la presenta con una falsa humildad de agradecimiento a Dios, pero es solo gratitud aparente, por eso Jesús dice que en realidad no estaba orando a Dios, sino así mismo, mostrando su corazón arrogante y egoísta que tenía, solo usaba el nombre de Dios para exaltarse así mismo, ya que no reconoce que Dios hubiera hecho algo por él, sino que muestra con el “soy”, que piensa que lo que ha conseguido lo ha hecho pro su propio esfuerzo y de allí su orgullo de “no ser como los otros hombres”, él se creía distinto a todos los demás, ninguno era como él.

 

Para exaltase en su oración, se compara con hombres con pecados evidentes como ladrones, injustos (malhechores) y adúlteros, quizá pecados que él consideraba graves, y si lo eran, pero el fariseo consideraba que eran pecados que él no cometía, sin reparar que ellos buscaban un beneficio económico con mujeres vulnerables como las viudas como dice Mateo 13:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación, lo que lo convertía en ladrón.

 

Se jactaba de no ser injusto, sin entender que la injusticia en su máxima expresión era despreciar la justicia de Dios para establecer su propia justicia, y creer que era capaz de presentarse como justo delante de Dios en base al cumplimiento de la ley, a sus obras y acciones, ni entraban al reino de Dios, ni dejaban entrar a sus seguidores como dice Mateo 23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando, lo que lo hacía un hombre verdaderamente injusto.

 

Se sentía ajeno al pecado de adulterio, ya que consideraban adultero a la persona que físicamente tenía una relación íntima con alguien más que no fuera su cónyuge, sin considerar el adulterio en el corazón como lo explicó Jesús en Mateo 5:27-28 27Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón, lo que lo hacía también un adultero.

 

Este equivocado fariseo, en su arrogancia espiritual, se enorgullecía de no ser como el publicano, al que despreciaba por su oficio y su traición a su pueblo.

 

12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos (la décima parte) de todo lo que gano.

En su simulada oración a Dios, que en realidad hablaba consigo mismo, el fariseo se auto presume el ser un ayunador constante, era un ayuno voluntario el que practicaban ya que la Ley solo pedía que ayunaran el día de la expiación (Lv. 16:29-31), pero, según los historiadores, los fariseos habían implementado ayuno los días lunes y jueves, para ir más allá de la ley y así, justificarse a ellos mismos.

 

El diezmo en la ley establecido para Israel (Lv. 27:30-33 y Dt 14:22-29), era de los granos o cereales, que comprendía los frutos más comunes como el trigo y la cebada, también se diezmaba del aceite y del vino, pero no era necesario diezmar de todo, como hierbas aromáticas por ejemplo, de allí que Jesús ya les hubiera recriminado antes ese hecho como les dijo en Lucas 11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello, en general los fariseos hacían alarde de su “piedad” diezmando también de ellas, diciendo que deberían de ser incluidas en el apartado “los granos” y así enseñaban a sus seguidores, queriendo llevar el mandamiento a un extremo para aparentar ser más justos que otros, a pesar de ser algo que Dios no había pedido.

 

13 Mas el publicano (recaudador de impuestos), estando lejos (que se había quedado a cierta distancia), no quería ni aun (no se atrevía ni a) alzar los ojos (la vista) al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a (ten compasión de) mí, (que soy) pecador.

El publicano muestra una actitud muy diferente a la del fariseo, se veía a el mismo como un pecador que en busca de la misericordia de Dios, se sentía tan indigno que se quedó lejos, lejos del patio donde los demás estaban de tal manera que las personas no lo vieran, y evitando levantar su mirada al cielo, mostrando una profunda reverencia a Dios y Su santidad, con su rostro inclinado al suelo muy probablemente avergonzado. Además, se golpeaba el pecho en señal de tristeza y dolor por su condición, y oraba a Dios reconociéndose como pecador, en el griego original hace mas énfasis al decir “se propicio a mí, el pecador”, considerándose a sí mismo como el peor de los pecadores, de la misma manera que lo hizo Pablo cuando escribió en 1 Timoteo 1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

 

El publicano en su oración, no le pide a Dios por misericordia, sino que le pide una sola cosa, que sea propicio a él, por lo que vemos que entendía que era necesario un sacrificio de sangre que cubriera su pecado, ya que cuando Dios dio instrucciones para la construcción del tabernáculo (que después se convirtió en el templo), había instruido la elaboración del arca del pacto (Ex. 25:10-22) que pondrían en el lugar santísimo, por un lado esa arca de madera de acacia cubierta de oro tendría dentro las tablas de la ley, que mostraban la demandas de Dios debido a su santidad, y sobre ellas estaría una cubierta (tapa) de oro llamada propiciatorio, sobre esa cubierta dos querubines tocándose con sus alas uno a otro, pero con sus rostros mirando el propiciatorio, quizá como un símbolo de ser los guardianes de la gloria de Dios; por lo tanto, mirando las tablas de la ley que condenaban a los pecadores.

 

Pero una vez al año, en el día de la expiación, se hacía un sacrificio, y con la sangre de ese animal sacrificado, el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo y rociaba la sangre sobre el propiciatorio, haciendo expiación por el pecado, de tal modo que el propiciatorio (tapa) quedaba cubierto con sangre, y en una forma figurativa, los querubines, guardianes de la santidad de Dios, ya no veían las tablas de la ley que inculpaban a los pecadores, sino que veían la sangre del sacrificio por encima de ellas.

 

La palabra griega para “propicio” (Lc. 18:13) es la Strong 2433 <jiláskomai>. La traducción griega del Antiguo Testamento, conocida como la Septuaginta, usa esa palabra para traducir la palabra hebrea <kappuret> (relacionada a la palabra “expiación”, que es kippur). Esta palabra griega, <jilasterion>, usualmente se traduce como “propiciación” en el Nuevo Testamento. “Propiciación” ocurre solamente unas cuantas veces en el Nuevo Testamento. Una de ellas en Romanos 3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, Refiriéndose a Cristo y a su obra de redención, Pablo dice que Dios puso a Cristo “como propiciación”. Cristo es el sacrificio aceptable por nosotros, el cual satisface las demandas de Dios en la Ley.

 

Una actitud de reconocerme pecador delante de Dios como lo hizo el profeta Isaías en Isaías 6:1-8 1En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. 2Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 4Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. 5Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 6Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; 7y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. 8Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí, donde primero se reconoce como pecador de labios inmundos, y hasta después que le fue quitado su pecado, y quedó limpio delante de Dios, es que pudo decirle a Dios que lo enviará a él como profeta.

 

14 Os digo que este (el publicano) descendió (regresó) a su casa justificado antes que el otro (el fariseo); porque cualquiera que se enaltece (engrandece, se cree más importante que los demás), será humillado; y el que se humilla será enaltecido (engrandecido).

Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro. Jesús establece la conclusión de su enseñanza parabólica, diciendo que el publicano, quien desde la perspectiva humana no tenía derecho posibilidades de ser justificado, terminó siendo justificado, ya que reconoció que era pecador y que necesitaba que Dios le cubriera su pecado por medio de la sangre de un sacrificio (que le fuera propicio), en contraste con el fariseo, que el mismo se consideraba digno de ser justificado, y quien aparentaba tener una vida modelo, no lo fue.

 

Dios si fue propicio al publicano, quien descendió de la presencia de Dios con el veredicto de que no era culpable y que por lo tanto no tendría culpa ni castigo por los pecados que cometió, no lo declaró inocente, sino justificado; es decir, que era culpable, pero Dios le cubrió su pecado con la sangre del sacrificio (de Cristo) y fue declarado justo, y alcanzó la gracia de Dios por la fe, mientras que el fariseo que había subido confiando en su propia justicia, descendió condenado por su pecado como dice Romanos 10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.

 

Porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Jesús termina con una amorosa advertencia sobre las consecuencias del orgullo y de la humildad. La altivez de espíritu; es decir el enaltecerse de sí mismo producirá una dolorosa caída como dijo Salomón en Proverbios 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu, y por otro lado la bendición de un corazón humilde es que a su debido tiempo será exaltado pro Dios como dice Isaías 66:2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra, por eso Jesús decía que aprendamos de Él en Mateo 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

 

Aplicación Práctica: Acercarnos confiadamente a Dios como nos invita el autor de Hebreos en Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro, pero con la condición correcta, en humildad como la de este publicano que pedía que Dios le fuera propicio (Lc. 18:13), y por la causa correcta que es pedir la justicia de Dios que es Cristo como la viuda (Lc. 18:3).

Lucas 21:1-6 Levantando los ojos

  Levantando los ojos Lucas 21:1-6 Objetivo: Aprender a poner los ojos en Aquel que ha puest...