Tuesday, September 21, 2021

Santiago 3:1-18 Maestros Incapaces

 

Maestros Incapaces

Santiago 3:1-18

 

 

Objetivo: Reconocer nuestra incapacidad para sembrar el fruto de justicia y limitarnos a compartir la sabiduría que es de lo alto. (Sal.19:14) (Fil.4:8-9) (Lc.6:45) (1 Pe.4:11)

 

Salmo 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,

Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

 

Filipenses 4:8-9 8Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

 

Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.


1 Pedro 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.


Versículos a memorizar:

“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.” Santiago 3:1

 

“Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” Santiago 3:18

 

Introducción:

Santiago ha ido mencionado como se muestra la verdadera fe cuando es probada:

 

1.- La Prueba de la Adversidad:

Cuando la adversidad es externa, la verdadera fe se muestra enfrentándolas con sumo gozo, ya que sabemos que ella producirá en forma inmediata paciencia y en mediano plazo que seamos perfectos y cabales, es decir maduros e íntegros (Stgo 1:2-4), y cuando la adversidad es interna; es decir, por medio de nuestras propias tentaciones, la verdadera fe de demuestra por medio de soportarlas o resistirlas (Stgo 1:12).

 

2.- La Prueba del Amor al Prójimo:

Cuando existe una necesidad, la verdadera fe se muestra mostrando amor al prójimo, participando activamente en cubrir esas necesidades como en el visitar a las viudas y los huérfanos mientras nos guardamos sin mancha del mundo (Stgo 1:27), no haciendo acepción de personas en la Iglesia; es decir, no teniendo favoritismos por su apariencia (Stgo 2:1-4), supliendo para las necesidades de vestido y comida de los hermanos en necesidad (Stgo 2:15-16), etc. Recordando que la verdadera fe siempre tiene una evidencia en las obras, como la fe de Abraham que actuó su fe al sacrificar a Isaac, quien era el hijo de la promesa (Stgo 2:21) o la fe de Rahab que se mostró al recibir a los mensajeros hebreos y mandarlos de regreso por otro camino (Stgo 2:25).

 

3.- La Prueba de la Lengua:

Cuando sabemos que la lengua es un órgano indomable (Stgo 3:8), la verdadera fe se muestra por medio de una conducta de obras en sabia mansedumbre (Stgo 3:13) y aplicando la sabiduría que viene de lo alto (Stgo 3:17) para poder llevar acabo nuestra función de sembrar en paz el fruto de justicia (Stgo 3:18) que es el evangelio de la salvación que hay en Jesucristo, tema que Santiago desarrollara en todo el capítulo 3 sobre la lengua, él mismo que ya había introducido en el Santiago 1:26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena (controla) su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.

 

Desarrollo:

1 Hermanos míos, no os hagáis (no pretendan ser) maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

Hermanos míos. Santiago sigue haciendo exhortaciones, pero con amor, no poniéndose sobre ellos, sino como un igual, como un hermano.

 

No os hagáis maestros muchos de vosotros. Santiago no esta desalentando a sus lectores de ser maestros, Jesús mismo mando a que predicáramos el evangelio a toda criatura y que les enseñemos que guarden todas las cosas que él no mando (Mt 28:19-20), mas bien entonces, el escritor de hebreos les reclamo a sus lectores que después de tanto tiempo en el Señor, ya deberían de ser maestros y no lo eran por no haber crecido espiritualmente (He 5:12), así que el sentido de Santiago aquí, es que no apresurarse a ser maestros antes de ser maduros, antes de estar calificados para ello, como lo enfatizará en el siguiente versículo.

 

Sabiendo que recibiremos mayor condenación. La función de maestro no debe de buscarse como una posición, o por una mala intención como la de ser popular o tener influencia y autoridad sobre otras personas y la razón es sencilla, los maestros seremos juzgados con más severidad. Observemos como Santiago se incluye como maestro en ese “recibiremos”, pero también se incluye en la “mayor condenación”.

 

Es la misma idea que plantó Jesús en Mateo 5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Es necesario que el maestro sea hacedor de la Palabra y no solamente oidor olvidadizo (Stgo 1:25)

 

2 Porque todos ofendemos (fallamos) muchas veces. Si alguno no ofende (falla) en palabra, éste es varón perfecto (maduro), capaz también de refrenar (controlar, dominar) todo el cuerpo.

Aquí Santiago parece que cambia de tema, pero no es así, viene hablando de los maestros, y esos maestros enseñan hablando, usando la lengua, y hablando es que pueden ofender a otros.

 

Porque todos ofendemos muchas veces. Santiago se vuelve a incluir en el “todos ofendemos”, todos cometemos errores, fallamos o nos equivocamos cuando hablamos descuidadamente ya que al hablar expresamos nuestros pensamientos, nuestras intenciones y nuestros sentimientos y muchas veces, esos pensamientos, intenciones o sentimientos son malvados.

 

Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto. La palabra perfecto viene del griego <téleios> que significa completo, crecido, maduro. Es una persona es cuidadosa con lo que dice, es una persona que ha llegado a la madurez espiritual.

 

Capaz también de refrenar todo el cuerpo. Cuando una persona es madura, se nota por medio de lo que habla, es persona puede también controlar otras tentaciones que pudiera tener en su cuerpo.

 

3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos (controlamos) así todo su cuerpo.

Santiago usará tres ilustraciones para enfatizar su punto de aprender a refrenar la lengua, la que compara a los frenos en la boca de los caballos, el pequeño timoó de un barco, y un fuego pequeño que puede incendiar todo un bosque.

 

La relación de la ilustración de que el freno en el caballo controla todo su cuerpo es directa con el versículo anterior de que el hombre que no falla en palabra, también puede refrenar todo su cuerpo. El punto es que el freno es relativamente muy pequeño en comparación al tamaño de un caballo, sin embargo, le pone control, no solo a su boca o a su cabeza, sino a todo el cuerpo del animal.

 

Si el jinete es capaz de controlar al caballo con un pequeño freno, así también nosotros podemos controlar todo nuestro cuerpo poniéndole un freno a nuestra lengua.

 

4 Mirad (fíjense) también las naves (barcos); aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos (fuertes) vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna (marinero) quiere.

Este segundo ejemplo de Santiago es todavía mas ilustrativo, ya que el timón de un barco es muchísimo muy pequeño en comparación al tamaño de un barco, y ese pequeño timón le puede dar control al marinero aun a pesar de que hubiera fuertes vientos.

 

Si el marinero es capaz de dirigir el curso de grandes naves con un pequeño timón, ciertamente nosotros debemos ser capaz de controlar todo nuestro cuerpo su aprendemos a controlar la lengua.

 

5 Así también (lo mismo pasa con) la lengua es un miembro (órgano) pequeño, pero se jacta (gloria) de grandes cosas. He aquí, !! (miren) cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta grandes cosas. Santiago antes de introducir su tercera ilustración, hace la clara comparación de la pequeña lengua con el freno del caballo y con el timón del barco, que también son pequeños, pero logran grandes cosas, por otro lado, la lengua solo se jacta, presume de grandes cosas.

 

He aquí, !! cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Esta tercera ilustración habla de como una pequeña chisa o una pequeña fogata descuidada puede terminar incendiando un gran bosque, grandes árboles de todo tipo, animales y grandes áreas de hábitat para ellos puede ser reducido a cenizas por un pequeño fuego.

 

6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros (órganos), y contamina (corrompe) todo el cuerpo, e inflama  (enciende) la rueda de la creación (todo el curso de la vida), y ella misma es inflamada (encendida) por el infierno.

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Tomando su última ilustración, Santiago compara a la lengua del hombre con ese pequeño fuego, que es un mundo de maldad, es decir, que ese pequeño fuego descuidado o fuera de control tiene el potencial de incendiar todo un bosque.

 

La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo. La lengua es solo un pequeño órgano del cuerpo, sin embargo, tiene la capacidad de contaminar a toda la persona, de contaminar a su personalidad, ya que habla lo que tiene en su corazón como lo dijo También Jesús en Marcos 7:20-23 20Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

 

E inflama la rueda de la creación. Significa que incendia o transforma todo el circulo de la vida de la persona, lo que la persona dice puede cambiar el curso de su vida.

 

Así como Jesús dijo “consumado es” y cambio el rumbo de la historia humana para bien, de la misma manera el hombre con lo que dice y ofende a otras personas, puede cambiar para mal el rumbo de su vida.

 

Y ella misma es inflamada por el infierno. La Idea de Santiago es simple, Satanás mismo es el que enciende la lengua.

 

7 Porque toda naturaleza de bestias (fieras), y de aves, y de serpientes, y de seres (animales) del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana (ser humano);

8 pero ningún hombre puede domar (controlar) la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado (dominado), llena de veneno mortal.

Santiago ahora muestra que tan indomable es la lengua, el hombre tiene la capacidad para domar cualquier criatura creada por Dios, pero no tiene la capacidad humana para domar su propia lengua, desde la caída en el Edén se perdió la capacidad de controlarse a uno mismo, siendo la lengua un mal que no puede ser refrenado.

 

Llena de veneno mortal. Esta descripción, es la de una serpiente cuya lengua nunca descansa y tiene todo el tiempo los colmillos cargados de veneno.

 

El mismo rey David oró con fervor pidiendo que Dios lo ayudara en el Salmo 141:3 Pon guarda (centinela) a mi boca, oh Jehová; Guarda (mantén vigilada) la puerta de mis labios.

 

9 Con ella bendecimos (alabamos) al Dios y Padre, y con ella maldecimos (insultamos) a los hombres (personas), que están hechos a la semejanza (imagen) de Dios.

10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

Nuestra lengua es inconsistente, si alabamos a Dios, pero insultamos a los hombres, podemos decir que indirectamente insultamos a Dios también, ya que los hombres fueron creados por Él a su semejanza, eso genera una completa contradicción, debido a eso Santiago exclama que eso no debe de ser así.

 

11 ¿Acaso alguna fuente (manantial) echa (brota) por una misma abertura agua dulce y amarga (salada)?

12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid (árbol de uvas) higos? Así también ninguna fuente (manantial) puede dar agua salada y dulce.

Santiago usa tres ilustraciones para recalcar el punto de que ninguna fuente puede dar agua salada y dulce, la primera de un manantial que no puede producir dos tipos de agua, debido a su origen, solo puede producir un tipo de agua, ya sea dulce o salada,

 

La segunda es que una higuera, por su naturaleza solo puede producir higos y es imposible que produzca aceitunas, eso solo lo puede hacer un árbol de Olivo.

 

La tercera y última con una idea parecida a la anterior,  que la naturaleza de la vid solo puede producir uvas, y no puede producir higos, eso le corresponde a la higuera.

 

13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta (comportamiento) sus obras en sabia mansedumbre (humildad).

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? A la pregunta que Santiago hace a sus lectores, la respuesta según el contexto es: Es sabio y entendido, aquella que demuestra sabiduría y entendimiento por medio de lo que dice y por medio de lo que hace en su vida cotidiana, que además lo hará de una forma humilde.

 

14 Pero si tenéis celos (envidias) amargos y contención (peleas) en vuestro corazón, no os jactéis (no sean orgullosos), ni mintáis contra la verdad;

La conducta opuesta a una persona sabía y entendida es la que describe Santiago, que se conduce con envidias que con amargas, con conflictos en su corazón, de los cuales además se jactan, o están orgullosos. Santiago les termina diciendo que no se engañen o mientan contra la verdad.

 

15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto (cielo), sino terrenal (de este mundo), animal (de la naturaleza mas baja), diabólica (parecida a un demonio).

Ese tipo de “sabiduría” que se comporta tan equivocadamente, claramente no es la sabiduría que proviene de lo alto, (de Dios), por el contrario, su origen es de este mundo, viene de la naturaleza mas baja del hombre que se comporta como si fuera un animal, y mas bien es parecida a la que tiene un demonio.

 

16 Porque donde hay celos (envidias) y contención (peleas), allí hay perturbación (confusión) y toda obra perversa (clase de maldad).

En un ambiente donde reina esa “sabiduría” terrenal, animal, diabólica, hay envidias y conflictos, y el resultado siempre será de confusión y de maldad.

 

17 Pero la sabiduría que es de lo alto (cielo) es primeramente pura, después pacífica, amable (dócil), benigna (bondadosa), llena de misericordia (compasión) y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

Ahora Santiago describe la verdadera sabiduría, la que si viene de lo alto (de Dios) y esta se manifiesta porque es pura; es decir, que no esta contaminada por ninguna mala intención, también es pacifica; es decir, que produce paz entre las personas, además de ser que es amable, dócil y bondadosa.

 

Todas estas características describen a una persona sabía, que además pone la sabiduría en acción para con sus prójimos, ya que esta llena de misericordia de la que ha recibido de parte de Dios y de buenos frutos que ha desarrollado el Espíritu Santo en él, que hace que su comportamiento con los demás sea de certero en sus juicios (contrario a la incertidumbre), además de sincero (contrario a la hipocresía).

 

18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

El fruto de justicia. Es el evangelio de la Salvación que hay en Jesucristo.

 

Se siembra. Como una semilla que se siembra en el campo, así también Jesús lo ilustró en la parábola del Sembrador.

 

En paz para aquellos que hacen la paz. Los pacificadores plantan la semilla y cosechan el fruto de justicia en paz, Jesús se refirió a ellos de la siguiente manera en Mateo 5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

 

Aplicación Práctica: Reconocer nuestra incapacidad para controlar nuestra lengua, pero como nos es necesario sembrar el fruto de justicia, entonces debemos limitarnos a compartir la sabiduría de Dios, guardando Su Palabra, que además transformará nuestras vidas.


 

Thursday, September 16, 2021

Santiago 2:14-26 La Fe sin Obras en Muerta

 

La Fe sin Obras en Muerta

Santiago 2:14-26

 

 

 

Objetivo: Entender que la fe debe mostrarse en la obediencia a la ley de la libertad.


Versículo a memorizar: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” Santiago 2:26

 

Introducción:

Santiago ha ido mencionado como es que se ve la verdadera fe diciendo “la religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta”:

 

1.- Visita a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo (1:27)

2.- No hace acepción de personas (2:1)

3.- Se demuestra en obras (2:17)

4.- Refrena la lengua (3:2)

5.- No hace amistad con el mundo (4:4)

 

Etc, en este pasaje se enfocará a como la fe se muestra, como la fe actúa y eso nos va perfeccionado (madurando).

 

Desarrollo:

14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará (sirve) si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la (esa) fe salvarle?

 

Hermanos míos. Santiago sigue haciendo exhortaciones, pero con amor, no poniéndose sobre ellos, sino como un igual, como un hermano.

 

¿De qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? Es una pregunta retórica, y la respuesta es “que no aprovecha de nada”, lo primero que observamos es que la fe debe de ser provechosa, debe de servir, no solo al que la tiene, sino a los que están alrededor de él/ella.

 

¿Podrá la fe salvarle? Una segunda pregunta retórica, en el sentido de que si esa fe que dice la persona tener, pero que no se demuestra con sus hechos, ¿será verdadera? Si una persona dice que tiene fe, pero no se demuestra, existe una muy grande posibilidad de que no sea una fe verdadera, por lo cual, la persona no es salva.

 

Por lo tanto, Santiago no esta hablando de que, si somos salvos por fe, que eso es claro en la Escritura como en Efesios 2:8-9 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe, sino que esta poniendo en duda si la fe que alguno dice tener, fe que no se ve en sus hechos, le alcanza para salvarse, y la respuesta a esa pregunta retórica es un rotundo “no”.

 

15 Y si un hermano o una hermana están desnudos (sin que vestirse), y tienen necesidad del mantenimiento (alimento) de cada día,

Santiago ahora pone una ilustración de esa fe sin obras y no usa a algún extraño o desconocido, sino a un hermano o hermana en evidente necesidad, una persona que no tiene con que vestirse, o con que abrigarse, ni tampoco tiene que comer; es decir, esta en una situación muy desesperada.

 

 

16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz (que te vaya bien), calentaos (abrígate) y saciaos (come), pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha (sirve)?

La respuesta de esa persona que dice tener fe, pero que no acompaña esa fe con amor a una necesidad muy evidente de un hermano es la de decirle solo palabras de aliento, pero no de hacer nada al respecto de esa necesidad.

 

¿De qué aprovecha? Una vez más, una pregunta retórica, la respuesta es “de nada aprovecha”.

 

La verdadera fe de una persona es provechosa para él/ella y para los que le rodean, que no fue el caso del ejemplo que puso Santiago, donde la supuesta fe que la persona decía tener no se mostro a la hora de ver una necesidad de un hermano, por lo que podemos concluir que no es una fe genuina.

 

17 Así también la fe (por si sola), si no tiene obras (no se demuestra), es muerta en sí misma.

Santiago mismo concluye que esa fe que no se demuestra con obras, esta muerta en sí misma; es decir, que nunca tuvo vida, no es que era una fe viva y luego murió, sino que nunca tuvo una fe viva, nunca fue una fe genuina.

 

La fe se manifiesta en amor a Dios y en amor al prójimo, en otras palabras, las obras dan testimonio de nuestra fe en Dios.

 

18 Pero (sin embargo) alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

Santiago ahora usa otro supuesto, uno de dos personas, una que afirma que tiene fe pero no tiene obras, y otra que insiste que tiene obras pero carece de fe, ambos están separa la fe de las obras, y ese precisamente es el tema de Santiago que la fe actúa juntamente con las obras (como lo enfatizará en el v. 22)

 

La persona con fe sin obras. Santiago ya estableció que la verdadera fe no puede existir separada de las obras.

 

La persona con obras si fe. Su argumento es que hacer buenas obras es más importante que creer en una determinada doctrina, para eso, Santiago establecerá con el ejemplo de Abraham y Rahab que mostrará que las obras aceptables ante los ojos de Dios no pueden ser hechas sin la verdadera fe, ya que, de ser así, esas son obras humanas, “obras de caridad”, pero no las obras que Dios ha preparado como dice Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

 

19 Tú crees que Dios es uno; bien haces (¡Muy bien!). También los demonios creen, y tiemblan (de miedo).

Santiago se enfoca en los que dicen que creen, que tienen fe, pero no esa fe no se demuestra por sus obras, y les dice se comparan con los demonios, que también creen, pero sus obras son solo hechos de maldad, en conclusión, ningún ángel caído puede reclamar para sí la salvación en base a creer en Dios.

 

El solo creer intelectualmente a la verdad de las Escrituras, sin demostrar adhesión a Dios, no es una verdadera.

 

Los demonios que aún confesaron el nombre de Cristo durante el ministerio de Jesús (Mr. 1:24), y que conocen Hijo de Dios, y que ese conocimiento les hace temblar, eso no podía salvarlos, solo tienen conocimiento, pero no tienen obras de fe u obras de amor que vienen siempre en conjunto con la verdadera fe.

 

Vs. 20-24. La fe de Abraham

20 ¿Mas quieres saber (convencerte), hombre vano (tonto), que la fe sin obras es muerta (inútil)?

En la parte final de su consideración de la fe y de las obras, Santiago va a las Escrituras para demostrar que desde el punto de vista histórico la fe y las obras son las dos caras de una misma moneda, que van en conjunto, aquí es como si les dijera, ¿Quieren evidencia Bíblica? y se las va a dar.

 

21 ¿No fue justificado (declarado justo) por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

Todos reconocían a Abraham como el padre de la fe, es precisamente al que tomará Santiago como ejemplo.

 

Abraham fue considerado justo ante los ojos de Dios porque confió en Él (Gn 15:6) y esa fe se mostro hasta el punto de sacrificar a Isaac, el hijo de la promesa, como Dios se lo había pedido (Gn. 22:2, 9).

 

22 ¿No ves que la fe (confianza en Dios) actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó (demostró) por las obras?

La fe de Abraham se pudo “ver”, ¿Cómo?, cuando esa fe actuó juntamente con sus obras, y esa fe llegó a su perfección (a estar completa o madura) cuando se tuvo que mostrar y Abraham así lo hizo.

 

23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.

Aunque la declaración de justificación de Dios a Abraham se dio en Gn 15 y el sacrificio de Isaac se da en Gn 22, el argumento de Santiago es que si bien, la fe y las obras no están siempre juntas, siempre habrá una evidencia en hechos de la verdadera fe en Dios.

 

Fue llamado amigo de Dios. Esto es, compañero de Dios, y las referencias las encontramos en 2 Crónicas 20:7, así como en Isaías 41:8.

 

24 Vosotros veis (como pueden ver), pues, que el hombre es justificado (declarado justo) por las obras, y no solamente por la fe.

Santiago concluye diciendo “ya ven”, como Abraham, actuó en base a su fe y que esa verdadera fe no se quedó sin evidencia, de la misma manera para todos los hombres, la fe que es genuina siempre se mostrará con hechos de fe.

 

Vs. 25-26. La fe Rahab la ramera

25 Asimismo (de igual manera) también Rahab la ramera (prostituta), ¿no fue justificada (declarada justa) por obras, cuando recibió (hospedó) a los mensajeros (espías) y los envió por otro camino?

Ahora Santiago pone otro ejemplo Bíblico, pero se va de un extremo a otro, de Abraham, el padre de la fe a Rahab, que no era hebrea, era una gentil que vivía en Jericó y que por oficio se dedicaba a la prostitución, pero que mostró hospitalidad a los espías hebreos, los escondió en su techo cuando ellos peligraban, y los envió por de regreso por otro camino, todo eso como muestra de la fe que tenía en el Dios de Israel como dice Josué 2:9-10 9Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. 10Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.

 

En cuando a la fe que actúa, Rahab ocupar el mismo lugar junto a Abraham, ya que ambos mostraron su fe por medio de sus obras de fe.

 

26 Porque (en resumen) como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Santiago concluye su punto en forma de resumen señalando que la fe por si sola está muerta, del mismo modo en que el cuerpo sin el espíritu está muerto, en otras palabras, la fe que está viva se expresa en obras hechas en obediencia a la Palabra de Dios.

 

Aplicación Práctica: La verdadera fe es provechosa para los que están a nuestro alrededor, es una fe que se muestra por medio de nuestra vida, no es una fe estática, sino una fe que actúa y se va perfeccionado.


 

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