Tuesday, May 7, 2024

Lucas 20:41-47 ¿Quién es el Cristo?

 

¿Quién es el Cristo?

Lucas 20:41-47

 Objetivo: Aprovechar la oportunidad de identificar correctamente a Jesús, y así tener el privilegio, de ser hechos hijos de la resurrección.

 

Introducción: Los saduceos que no creían en la resurrección y que solo creen en los primeros 5 libros de la Biblia, llegaron a preguntarle con maligna astucia sobre un caso de una mujer que se había casado son tener hijos con 7 (siete) hermanos, y le preguntaron a Jesús que en la resurrección de quien sería esposa, a lo que Jesús les clarificó que en el reino de los cielos, no hay matrimonios, ya que no es necesaria la reproducción como se necesita en esta vida temporal, que en el cielo, aquellos que resuciten, será un número fijo y no cambiará, ya que no mueren y tampoco se reproducen, como es el caso de los ángeles.

 

Jesús aprovechó para mostrarle a los saduceos que aún en los escritos de Moisés (que eran los únicos que ellos consideraban como inspirados por Dios) se muestra la resurrección, y los llevó a donde Dios habla con Moisés en la zarza ardiendo y le dice que es Dios de los patriarcas, no le dijo, “era” Dios de ellos, sino que “soy” Dios de ellos, implicando que los patriarcas habían resucitado y se encontraban en la presencia de Dios.

 

Desarrollo:

V. 27. ¿Qué decía la gente?

41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo (Mesías, Ungido) es hijo (descendiente) de David?

Entonces él les dijo. Según los pasajes paralelos, allí se encontraban los discípulos de Jesús (Mt. 23:1) y los fariseos a los que le les hace esa pregunta como dice Mateo 22:41 Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, 42diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David y casi con seguridad los escribas que en su mayoría eran parte de los fariseos, ya que Jesús los menciona en Marcos 12:35 Enseñando Jesús en el templo, decía: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?

 

¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?  El Mesías que Israel esperaba tenía que ser descendiente del Rey David según la carne, como el profeta Natán le había dicho a David de parte de Dios en 2 Samuel 7:12-13 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino, promesa que se cantaba en los Salmos como en Salmo 89:3-4 3Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: 4Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah, Ciertamente Jesús era descendiente de David como lo demuestran las 2 (dos) genealogías (Mt. 1:1-16, Lc. 3:23-38).

 

El título de “hijo de David”, era claramente mesiánico, y así comenzaron a llamar a Jesús, por ejemplo, los dos ciegos gritaban; “¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!” (Mt. 9:27), la mujer cananea le decía; “Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio” (Mt. 15:22), el ciego Bartimeo le gritaba “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” (Mr. 10:46-47), y la misma gente en la entrada triunfal gritaba “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt. 21,9,15).

 

Los escribas y fariseos no estaban dispuestos a permitir que la gente llamara a Jesús “Hijo de David”, cuando eso comenzaba a suceder, relacionaban a Jesús como aliado de satanás, para persuadir a la gente que no le llamaran así, como dice Mateo 12:23-24 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será este aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios, pero Jesús les hace esta pregunta para que todos entendieran que el Mesías que esperaban era más que el descendiente de David prometido por Dios, era también Señor (Dios).

 

42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (derecha),

43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado (debajo) de tus pies.

Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,  Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

El salmo 110 es el más citado en el Nuevo Testamento (27 veces). Todo Israel conocía esta profecía mesiánica, ya que se trata del reino presente y futuro del Mesías, pero específicamente Jesús cita el versículo uno, Salmo 110:1 Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Este mismo salmo es tomado por Pedro en su predicación el día del pentecostés en Hechos 2:29-36 29Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, 31viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo (descendiente)?

Jesús enfatiza en el hecho en que David le llama al Mesías Señor, del griego <Kurios> que significa dueño o amo, solo se aplica a Dios en el Antiguo Testamento, por tanto, todos aquellos que rechazaran a Jesús como Hijo de David, estaban también desechando al Señor de David.

 

Jesús usa este versículo para mostrar su identidad como Dios, de lo que tenemos muchas referencias en la Escritura como Juan 1:3 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios o Juan. 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad, o cuando Jesús dijo que Él era el “YO SOY” en Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy, o cuando Tomás lo confesó como Dios en Juan 20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

 

Después de la cruz, Jesús retomó el nombre soberano que siempre tuvo ante el cual se doblará toda rodilla como dice Filipenses 2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, por eso es que tiene el título que se describe en Apocalipsis 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

 

Dios había dicho por medio del profeta Ezequiel que Él mismo vendría por sus ovejas como dice Ezequiel 34:11-12 11Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. 12Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.

 

Jesús termina con una respuesta final sin contestar, para que cada uno de sus oyentes la contesten individualmente.

 

45 Y oyéndole todo el pueblo (la multitud), dijo a sus discípulos:

Las siguientes palabras, Jesús las dirige a sus discípulos, pero lo dijo delante de todo el pueblo,

 

46 Guardaos (cuídense) de los escribas (los maestros de la ley), que gustan de andar con ropas largas (ostentosas), y aman las salutaciones (con respeto) en las plazas, y las primeras sillas (de honor) en las sinagogas, y los primeros asientos (de reconocimiento)  en las cenas (comidas, banquetes);

Guardaos de los escribas. Eran también conocidos como doctores de la ley, maestros de la ley o intérpretes de la ley, eran quienes transcribían las Escrituras, y al dedicarse a eso, se hacían expertos en la ley, por lo que eran los encargados de enseñar en las sinagogas, tenían buena reputación entre el pueblo, y muchos de ellos habían estudiado en alguna escuela rabínica que los acreditaba, la mayoría de los escribas era de grupo de los político/religioso de los fariseos, aunque también los había en el grupo contrario, en el de los saduceos, de ellos es que había que cuidarse por su hipocresía que es demostrada en su comportamiento.

 

Que gustan de andar con ropas largas. Vestían estolas, vestiduras amplias y largas que los griegos y los romanos llevaban sobre las camisas, y se diferenciaba de las túnicas, ya que éstas iban adornadas con una franja que se amarraba en la cintura y caía hasta el suelo y con ellas se destacaban del resto de la gente.

 

Y aman las salutaciones en las plazas. Esa búsqueda de honor también la tenían en los lugares públicos como las plazas, donde los saludaban con mucha reverencia, probablemente con inclinación de cabeza y saludos de distinción, un saludo respetuoso u honorable a los que enseñan no era el problema, sino que los escribas os iban a las plazas buscando ese reconocimiento, a recibir ellos la honra que solo Dios merece.

 

Y las primeras sillas en las sinagogas. Los asientos principales en las sinagogas es lo que se conoce como “la catedra de Moisés”, que era el lugar (silla) donde se sentaban a los maestros a impartir la enseñanza en la congregación (el resto de la gente estaba de pie), no solo era el lugar que estaba más cerca de a los rollos de la ley, sino que era considerado el lugar de más alto honor en las sinagogas. El lugar de honor no era el problema, sino el amor que tenían esos escribas por ese asiento de distinción, porque eso alimentaba su ego y les hacía sentir que todos necesitaban ser enseñados por ellos.

 

Y los primeros asientos en las cenas. Nada humildes, buscaban los asientos de más honor en las festividades y eventos sociales, donde esperaban recibir atenciones y honra superiores al resto de los invitados.

 

47 que devoran las casas (se apoderan de los bienes) de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación (castigo).

En lugar de ayudar a ese grupo socialmente desfavorecidos, hacían que las viudas confiaran en ellos mostrándose hombres piadosos y de mucha oración, para que ellas les dejaran administrar los bienes heredados de los cuales ellos sustraían o cobraban un alto costo de ese trabajo.

 

Jesús termina con una sentencia para ellos, que recibirán mayor condenación, ya que decían tener más conocimiento de la voluntad de Dios, pero voluntariamente la quebrantaban. A su pecado de codicia, añadían el de la hipocresía.

 

Aplicación práctica:

19

 Aprovechar la oportunidad de identificar correctamente a Jesús, y así tener el privilegio, de ser hechos hijos de la resurrección.

 

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