Uno por Otro Romanos 12:3-8 |
Versículo para memorizar: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Romanos 12:3
Introducción: Pablo viene de llamar a los creyentes a responder a las misericordias de Dios con una vida completamente entregada a Él. Nos insta a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, lo cual representa una adoración lógica y espiritual. Pablo no exige, sino ruega, recordándonos todo lo que Dios ya ha hecho: justificación, perdón, paz, adopción, vida eterna y más. Además, exhorta a no conformarnos a los valores de este mundo caído, sino a ser transformados por medio de la renovación de nuestra mente mediante la Palabra de Dios. Solo así podremos discernir y vivir la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta. Este llamado no es solo intelectual, sino práctico: vivir cada día negándonos a nosotros mismos, tomando nuestra cruz y sirviendo a Dios con todo nuestro ser. La verdadera transformación comienza en el corazón y se refleja en una vida conforme a Cristo.
Desarrollo:
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura (sensatez/moderación), conforme a la medida de fe que Dios repartió (le haya dado) a cada uno.
Digo, pues, por la gracia que me es dada. Pablo no habla por autoridad propia, sino con la autoridad de apóstol que recibió por gracia, como lo dijo en Romanos 1:5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre. No olvidemos que la autoridad y los dones que poseemos son dádivas divinas, no logros personales.
A cada cual que está entre vosotros. Pablo hace una exhortación individual dentro del cuerpo de Cristo. No está dirigida solo a líderes, sino a cada miembro de la iglesia. Nadie queda excluido de este llamado a la humildad.
Que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener. En griego, la frase ‘más alto concepto’, viene del verbo griego Strong 5252 <huperphroneó>, que significa “pensar más allá de lo que conviene”, es decir, tener una autoestima inflada. El orgullo espiritual rompe la unidad, y muchas veces es una señal de una mente no renovada. Pablo ha insistido firmemente en este tema, en: Romanos 11:18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti, y Romanos 11:20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme y en Romanos 11:27a Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes (presuntuosos) en cuanto a vosotros mismos …, ya que el orgullo es el mayor enemigo del servicio cristiano. Cuando pensamos que somos indispensables o superiores, caemos en la trampa de usurpar la gloria que solo le pertenece a Dios.
Sino que piense de sí con cordura. La frase ‘pensar con cordura’ viene del verbo griego Strong 4993 <sōphroneō>, que significa pensar con sensatez, tener juicio sano. La humildad no es pensar mal de uno mismo, sino pensar correctamente, a la luz de la gracia de Dios. No negamos los dones, pero tampoco los exageramos.
Conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Debido a que la palabra ‘medida’ viene de la palabra griega Strong 3358 <metron>, que literalmente significa una medida o una cantidad determinada, pero figurativamente significa una porción, esta frase puede entenderse de dos maneras:
Cada creyente ha recibido de Dios una porción de fe suficiente y precisa para cumplir su llamado y función en el cuerpo de Cristo como dice Efesios 4:7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo, es decir, Dios nos da la capacidad espiritual necesaria para ejercer los dones que Él mismo nos ha asignado.
Aplicación práctica: Dios nos dio una medida de fe, no para competir, sino para contribuir, por lo que debemos usa tus dones para edificar, no para sobresalir.
4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función (sirven para lo mismo),
5 así nosotros, siendo muchos, somos (formamos) un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los (unidos unos a) otros.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros. Pablo usa una analogía del cuerpo como lo hizo Efesios 4:16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor, y la utiliza para mostrar que la diversidad no rompe la unidad, sino que la fortalece.
Pero no todos los miembros tienen la misma función. La palabra ‘miembros’ viene de la palabra griega Strong 3196 <melos>, que significa parte del cuerpo, un órgano con una función particular, mientras que la palabra ‘función’ <praxis> (Strong 4234), que se refiere a un acto, ocupación, tarea concreta.
Por lo que en énfasis está en que cada miembro del cuerpo tiene una función distinta, pero complementaria. Ningún creyente está completo en sí mismo. Fuimos diseñados para funcionar juntos, como parte de un cuerpo vivo y coordinado por Cristo.
Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo. Pablo aplica esta analogía a ‘nosotros’, a la Iglesia, mostrando que la Iglesia no es una institución u organización, sino una unidad espiritual con vida, un organismo espiritual donde Cristo es la cabeza y los creyentes formamos Su cuerpo como dice Colosenses 1:18a y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia …, esto implica unión orgánica: cada miembro vive y funciona conectado a Cristo. Sin Cristo, no hay vida, y sin conexión con Su cuerpo, no hay fruto.
Y todos miembros los unos de los otros. Los creyentes no solo pertenecemos a Cristo, sino que tenemos una profunda interdependencia, nos pertenecemos mutuamente.
Aplicación práctica: No todos hacemos lo mismo, pero todos somos igualmente importantes en el diseño de Dios. Compararse, envidiar o menospreciar otras funciones es un error. En lugar de eso, debemos agradecer la diversidad dentro de la iglesia, ya que Dios reparte diferentes funciones con un mismo propósito: edificar Su cuerpo como Pablo dijo cuando hablo de los ministerios en Efesios 4:11-12 11Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
De manera que, teniendo diferentes dones. La palabra ‘diferentes’ <diaphoros> (Strong 1313) implica diversidad por diseño, no desigualdad de valor, mientras que la palabra ‘dones’, viene de la palabra griega Strong 5486 <charísmata>, que a su vez viende <charis>, que significa gracia. Los dones espirituales son manifestaciones de la gracia de Dios, para la edificación de Su cuerpo. No debemos confundirlos con los talentos naturales, ni tampoco con logros personales de los creyentes.
Según la gracia que nos es dada. Los dones no son premios por fidelidad, por algún esfuerzo o por algún atributo humano, son dados por gracia inmerecida, con el propósito de servir. Esto elimina el orgullo, ya que nadie puede gloriarse en lo que ha recibido por gracia.
Dios reparte los dones como Él quiere, así dice 1 Corintios 12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Si el de profecía. ‘Profecía’ en griego <eprophēteía> (Strong 4394), que significa hablar en nombre de Dios, o declarar un mensaje revelado por Él.
En la actualidad, la profecía consiste en proclamar con fidelidad la Palabra ya revelada por Dios en las Escrituras como dice 1 Corintios 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. No implica recibir nuevas revelaciones ni predecir el futuro, sino hablar con autoridad demandando a la iglesia a vivir en obediencia a la Palabra de Dios (Heb. 10:24-25).
Úsese conforme a la medida de la fe. ‘Fe’ en griego <pístis> (Strong 4102), significa fe, confianza, convicción firme. Por lo tanto, el don de profecía debe ejercerse conforme a la confianza dada por Dios para usarlo correctamente, sin presunción ni temor, y dentro de los límites de Su voluntad, en total dependencia de Él.
· Ejemplo bíblico: Felipe, quien “descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.” (Hech. 8:5). Felipe no recibió revelación futura, su proclamación de Cristo fue un acto profético en el sentido de declarar la verdad de Dios.
7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
O si de servicio, en servir. ‘Servicio’ en griego <diakonía> (Strong 1248) que literalmente significa ministerio, asistencia, servicio práctico. De aquí deriva nuestra palabra “diácono”. Es un don amplio y versátil que abarca desde atender necesidades físicas, hasta apoyar en tareas logísticas, administrativas y de cuidado dentro del cuerpo de Cristo, y debe ejercerse con prontitud y disposición (Gál. 5:13), sin buscar reconocimiento humano (Mt. 6:1-4) y con la mentalidad de Cristo: “el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir…” (Mt. 20:28).
· Ejemplo bíblico: Los siete diáconos (Hech, 6:3-4), quienes fueron designados para servir a las mesas, permitiendo que los apóstoles se dedicaran a la oración y al ministerio de la Palabra.
O el que enseña, en la enseñanza. ‘Enseña’ en griego <didáskō> (Strong 1321), que significa instruir, impartir conocimiento, explicar con claridad. Las personas con ese don tienen una comprensión profunda de la Palabra de Dios, así como la habilidad para comunicarla de manera que otros la puedan comprender y la apliquen en sus vidas.
· Ejemplo bíblico: Apolos, que era un hombre “elocuente y poderoso en las Escrituras” (Hech. 18:24-28), que enseñaba con fidelidad.
8 el que exhorta (anima), en la exhortación (animar a otros); el que reparte (comparte), con liberalidad (generosidad); el que preside (dirige), con solicitud (esmero); el que hace misericordia (ayuda a los necesitados), con alegría.
O el que exhorta, en la exhortación. ‘Exhorta’ en griego <parakaléō> (Strong 3870), que significa llamar cerca, animar, consolar, advertir, motivar. Este don de Dios sirve para animar a los desanimados (1 Tes. 5:14), y corregir en amor a los que se desvían (Gál. 6:1).
· Ejemplo bíblico: Bernabé, cuyo nombre significa “hijo de consolación” (Hech. 4:36), usó este don al animar a nuevos creyentes y restaurar a Juan Marcos (Hech. 15:36-39).
El que reparte, con liberalidad. ‘Reparte’ en griego <metadidōmi> (Strong 3330), que significa compartir, dar de lo propio, distribuir bienes materiales. ‘Liberalidad’ en griego <haplotēs> (Strong 572), que significa sencillez, generosidad, sinceridad, sin segundas intenciones. Este don se ve en aquellos creyentes que están dispuesto a compartir con otros según sus posibilidades, con un corazón puro y sin esperar reconocimiento, por lo que no es solo para ricos.
· Ejemplo bíblico: Los creyentes de Macedonia que, a pesar de su pobreza, dieron con generosidad y alegría para la iglesia en Jerusalén (2 Cor. 8:1-5).
El que preside, con solicitud. ‘Preside’ en griego <proistēmi> (Strong 4291), que significa dirigir, gobernar, cuidar de, liderar con atención. ‘Solicitud’ en griego <spoudḗ> (Strong 4710), que significa diligencia, prontitud, seriedad, empeño. Liderar cualquier área en la iglesia no se ejerce es para dominar, sino para servir con compromiso, guiando con el ejemplo.
· Ejemplo bíblico: Los ancianos de la iglesia local, llamados a gobernar bien la iglesia y velar por las almas (1 Tim. 5:17; Heb. 13:17).
El que hace misericordia, con alegría. ‘Hace misericordia’ en griego <eleeō> (Strong 1653), que significa mostrar compasión, ayudar a los afligidos, atender necesidades emocionales o físicas. ‘Alegría’ en griego <hilarótēs> (Strong 2432), que significa gozo, alegre, buena disposición, sin pesadez. Este don de ayudar a otros no debe hacerse de mala gana o por obligación, sino con alegría y con disposición de perdonar para restaurar y reconciliar.
· Ejemplo bíblico: El buen samaritano (Lc. 10:33-35) mostró misericordia atendiendo al herido con prontitud y sin esperar recompensa.
Aplicaciones prácticas finales: La verdadera transformación cristiana no solo afecta nuestra relación con Dios, sino también con Su cuerpo, que es la iglesia. Cada creyente ha recibido una medida de fe y uno o más dones específicos por gracia, no para engrandecerse, sino para servir a otros.
Los dones espirituales no se ejercen por talento natural o esfuerzo humano, ni para comparación ni competencia, sino para colaboración en la edificación del cuerpo y para la gloria de Dios.