lunes, 22 de septiembre de 2025

Romanos 15:22-33 El Siervo de Jesucristo

 

El Siervo de Jesucristo

Romanos 15:22-33

Objetivo: Comprobar la veracidad de las palabras de Jesús en la vida de Pablo (Jn. 14:12-14).

 

Versículos del objetivo:De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.Juan 14:12-14

 

Introducción: Pablo reconoce a la iglesia en Roma como llena de bondad, conocimiento y capacidad para amonestarse mutuamente, mostrando que la edificación es tarea de todos. Aunque madura, necesitaban recordatorios de la gracia de Dios, pues la exhortación fortalece la fe. Pablo se presenta como ministro a los gentiles, viendo su labor como un servicio sacerdotal, donde los convertidos son una ofrenda santificada por el Espíritu. Toda gloria es para Cristo, ya que la obediencia de los gentiles es fruto de la obra del Espíritu y no del esfuerzo humano. Desde Jerusalén hasta Ilírico, Pablo llenó regiones estratégicas con el evangelio, fundando comunidades misioneras. Su misión fue pionera: predicar donde Cristo no era conocido, cumpliendo Isaías 52:15. El llamado para la iglesia hoy es seguir su ejemplo, proclamando con fidelidad el evangelio para gloria de Dios.

 

Desarrollo:

Vv. 22-24. Su anhelo

22 Por esta causa (razón) me he visto impedido (sin poder) muchas veces de ir a vosotros.

Pablo viene de explicar cómo su ministerio se centró en predicar donde Cristo no había sido anunciado, y como se había esforzado cumpliendo su llamado apostólico de anunciar el Evangelio a los gentiles. Ahora, le dice a la Iglesia en Roma que esa misma dedicación al evangelio en nuevas regiones le impidió visitarles antes.

 

La palabra ‘impedido’, viene del griego <egkoptō> (Strong 1465), que significa cortar el camino, interrumpir, poner obstáculos. Pablo no habla de una oposición satánica como la describe en 1 Tesalonicenses 2:18 por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó, sino de la carga ministerial fue lo que lo detuvo.

 

Esto muestra la prioridad de Pablo: obedecer su comisión antes que sus propios deseos de conocer a los hermanos romanos, aunque lo había intentado repetidamente, pero la urgencia de su misión, pero sobre todo la providencia de Dios y se lo habían impedido. El hombre planea, pero es Dios quien tiene la última Palabra como dice Proverbios 16:9 El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos. Proverbios 16:9 TLA El hombre planea su futuro, pero Dios le marca el rumbo.

 

Aplicación práctica: Todos nuestros planes debemos sujetarlos a la voluntad de Dios, como dice Santiago 4:13-15 13¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Cuando nuestros planes se frustran, no debemos frustrarnos nosotros, sino confiar en que Dios es soberano y aceptar el “no” de Dios o el “todavía no”. Muchas veces Dios retrasa algo para que llegue en el tiempo perfecto.

 

23 Pero ahora, no teniendo más campo (lugar) en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros,

Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones. Pablo expresa que esa etapa de trabajo inicial había concluido, la palabra ‘campo’,  viene del griego <topos>  (Strong 5117), que significa lugar, región, territorio, esfera de acción. Aquí indica un área misionera donde aún había trabajo pionero. Pablo afirma que ya no queda ese tipo de trabajo inicial en esas regiones. Pablo no estaba diciendo que ya nadie necesitara el evangelio, sino que su tarea de fundar comunidades cristianas suficientes estaba cumplida: él abría la obra, otros edificaban, como dijo en 1 Corintios 3:6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

 

Y deseando desde hace muchos años ir a vosotros. Este deseo de Pablo de visitar a la Iglesia en Roma no era repentino, sino un anhelo constante, muy seguramente madurado en oración y paciencia. Pablo esperó “muchos años” hasta que el Señor abrió la puerta como lo esperaba en Colosenses 4:3 orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso. Pablo nunca había estado en Roma, pero amaba a esos hermanos.

 

Aplicación práctica: No debemos confundir el deseo con ansiedad: Pablo deseaba ir a Roma, pero esperó en el tiempo de Dios. Nosotros también debemos confiar en el “cuándo” del Señor.

 

24 cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado (me ayuden a continuar) allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros.

Cuando vaya a España, iré a vosotros. Pablo abre su corazón: su plan era ir más allá, hasta España, y en el camino visitar Roma. Pablo soñaba en grande, España en aquel tiempo representaba lo más lejano del mundo conocido, es muy probable que para Pablo era el cumplimiento literal de Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

 

Porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros. Roma sería una base de apoyo misionero para su próximo paso. La palabra ‘encaminado’ viene de la palabra griega <propempō> (Strong 4311), que significa acompañar, proveer ayuda material, apoyo y respaldo en un viaje. No solo es “despedir”, sino participar activamente en la misión. Pablo esperaba que Roma entendiera que recibirlo implicaba también enviarle. La iglesia es llamada a “encaminar” a los obreros de Dios, como dice 3 Juan 1:3 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.

 

Una vez que haya gozado con vosotros. Pablo no veía a los romanos solo como un recurso misionero, sino como hermanos con quienes compartiría bendición y alegría en comunión.

 

Aplicación práctica: Ver nuestra vida como una misión: cada viaje, cada paso, cada relación puede ser ocasión de extender el evangelio.

 

Vv. 25-27. Su encomienda

25 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar (llevar ayuda) a los santos (hermanos).

26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer (recogieron) una ofrenda para los pobres que hay entre los santos (hermanos) que están en Jerusalén.

Este plan de Pablo también está registrado en Hechos 19:21 Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma.

 

Antes de visitarlos, Pablo debía cumplir una tarea pendiente: llevar la ofrenda recogida entre las iglesias gentiles de la región de Macedonia como Filipos, Tesalónica y Berea; así como la Iglesia de Corinto que estaba en la región de Acaya. Dicha ofrenda era para los creyentes necesitados de Jerusalén, que muy probablemente estaban pasando o había pasado alguna hambruna como dice Hechos 11:28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.

 

Pablo le escribe a la iglesia de Corinto acerca de cómo las iglesias de Macedonia habían dado su ofrenda para los hermanos de Jerusalén con gozo y generosidad, aun en medio de su pobreza, como la iglesia de Filipos, tal como dice 2 Corintios 8:1-3 1Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 2que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,

 

Pablo entendía que esta colecta, era una verdad espiritualidad expresada en amor práctico, era un símbolo de la unidad de la iglesia compuesta por judíos y gentiles. Este ministerio rompería las barreras y promovería la unidad en Cristo, además de cumplir con el mandamiento de Gálatas 6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

 

27 Pues les pareció bueno (Lo hicieron de manera voluntaria), y son deudores (estaban obligados) a ellos; porque si los gentiles (no judíos) han sido hechos participantes de sus bienes (bendiciones) espirituales, deben también ellos ministrarles (servirles) de los materiales.

La palabra ‘participantes’, viene del griego <koinōneō> (Strong 2841), que significa tener comunión, compartir, ser parte. Los gentiles no eran extraños, sino participantes plenos de las bendiciones espirituales de Israel como dijo Pablo en Romanos 11:17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo.

 

Por ‘bienes espirituales’, Pablo se refiere a el pacto, las promesas, las Escrituras y al Mesías que vino de Israel como ya había dicho en Romanos 9:4-5 4que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

 

Esa ayuda no era solo fue un acto voluntario, sino que también tenía una razón teológica, era un acto de deuda espiritual. La iglesia de Jerusalén había sido la cuna del evangelio, y ahora los gentiles respondían con gratitud y solidaridad compartiendo sus bienes materiales, mostrando un amor genuino hacia sus hermanos judíos, quienes muy probablemente no conocían en persona. Este mismo principio lo menciona Pablo en Gálatas 6:6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye, es un acto de reciprocidad cristiana: los que han dado lo mayor (lo espiritual) deben recibir también lo menor (lo material).

 

Vv. 28-33. Su comunión

28 Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado (entregado oficialmente) este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España.

Pablo ahora afirma que cuando termine esa misión, la de entregar la ofrenda, entonces seguirá su viaje misionero hacia Roma y después a España. Aquí Pablo llama ‘fruto’ a la ofrenda, eleva el valor espiritual de la colecta: no es dinero, es el fruto de la gracia en acción que mostraba que la generosidad de las iglesias era evidencia visible de la obra de Dios en ellas.

 

La ofrenda es un fruto espiritual como Pablo se lo dijo a la Iglesia de Filipo en Filipenses 4:17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

29 Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré (compartiré) con abundancia de la bendición (de lo bueno) del evangelio de Cristo.

Pablo tiene confianza en que cuando llegue a Roma no será en vano, sino llegará con ‘abundancia de bendición’ en Cristo; es decir, a los beneficios espirituales del evangelio, no sería un mero encuentro social, sino una ocasión de edificación mutua, ya que recalca que la bendición no proviene de él mismo, sino del evangelio de Cristo que transforma vidas y que es abundante en gracia como dijo en Romanos 5:20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.

 

Aplicación práctica: Vayamos a cada lugar con la expectativa de edificar: como Pablo, debemos ir con convicción de que llevamos a Cristo y eso bendice.

 

30 Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando (luchen conmigo en oración) por mí a Dios,

31 para que sea librado (protegido) de los rebeldes (incrédulos, desobedientes) que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta (recibida);

Pablo reconoce su dependencia de la oración de los santos. La frase ‘que me ayudéis”, es la palabra griega <sunagōnízomai> (Strong 4865), que significa luchar juntamente, esforzarse en agonía con alguien. La oración no es pasiva, sino un esfuerzo conjunto en la batalla espiritual. Por eso Pablo pide a los hermanos en Roma que lo acompañen en oración para enfrentar lo que le esperaba en Jerusalén:

 

·      Ser librado de los rebeldes en Judea. La palabra ‘rebeldes’, viene del griego <apeithēs> (Strong 544), que significa desobedientes, incrédulos, hostiles.  En este contexto se refiere principalmente a los judíos incrédulos en Jerusalén y Judea, quienes veían a Pablo como un traidor al judaísmo. Entre ellos había fariseos, escribas y zelotes, celosos de la Ley, que rechazaban a Cristo como Mesías y consideraban que Pablo destruía la identidad judía al enseñar que los gentiles podían ser salvos sin circuncisión ni guardar la Ley de Moisés. Pablo sabía que enfrentaría un ambiente extremadamente hostil, y así ocurrió: fue acusado de profanar el templo en Hechos 21:27-28 27Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, 28dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar, y la multitud intentó matarlo con violencia como dice Hechos 21:30-31 30Así que toda la ciudad se conmovió, y se agolpó el pueblo; y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, e inmediatamente cerraron las puertas. 31Y procurando ellos matarle, se le avisó al tribuno de la compañía, que toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada.

 

·      Que la ofrenda de los gentiles fuera bien recibida por la iglesia en Jerusalén. Aunque los hermanos pobres en Jerusalén necesitaban ayuda, existía el riesgo de rechazo. Muchos cristianos judíos todavía luchaban con aceptar a los gentiles como parte plena del pueblo de Dios. Además, Pablo era visto con desconfianza porque se le acusaba de enseñar a los judíos de la dispersión a abandonar las tradiciones de Moisés, como registra Hechos 21:21 Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres, al ser él mismo quien llevaba la ofrenda, algunos podían rechazarla por asociarla directamente con su ministerio.

 

La colecta no era solo dinero, sino un acto de unidad en Cristo. Si era aceptada, confirmaba que la iglesia es una sola familia; si era rechazada, podía profundizar divisiones. Quizá por eso Pablo decidió llevarla personalmente. Antes había pensado enviarla con otros como dice 1 Corintos 16:3-4 3Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a estos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. 4Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo, pero ahora estaba resuelto a hacerlo él mismo. Aunque deseaba ir a Roma, y desde Corinto, donde escribe la carta, le quedaba más cerca viajar directo a Roma, escogió ir a Jerusalén buscando la unidad de la Iglesia.

 

32 para que con gozo (alegría) llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado (y que tenga descanso) juntamente con vosotros.

Pablo les dice el propósito de esa oración: que finalmente pueda llegar a Roma con gozo, dentro de la voluntad de Dios, y disfrutar de la comunión mutua con los creyentes romanos. La palabra ‘recreado’ viene del griego <sunanapauomai> (Strong 4875), que significa descansar junto, hallar alivio en compañía; por lo que Pablo expresa el deseo de ser fortalecido espiritualmente y encontrar descanso en la comunión fraterna con los hermanos en Roma. Pero siempre sujetándolo a la voluntad de Dios.

 

A veces Dios responde de manera distinta a lo que esperamos, aquí Dios respondió esas oraciones, ciertamente Pablo llegó a Roma como prisionero (Hechos 28), pero llegó con gozo, en la voluntad de Dios, en el tiempo que Él dispuso y fue de bendición para muchos.

 

33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.

Pablo usa esta breve doxología para concluir su petición de oración (vv.30-32) y sus planes de viaje (vv.22-29). Después de hablar de peligros, tensiones y necesidades, termina entregando todo en manos del Dios de paz, recordando a los creyentes que la última palabra siempre la tiene el Señor.

 

Pablo llama a Dios “Dios de paz”, recordándonos que solo Él puede dar la paz a cada creyente, pero también la unidad de la iglesia que depende de la paz de Dios como dice Efesios 2:14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.

 

Aplicación práctica final: Comprobar la veracidad de las palabras de Jesús en la vida de Pablo (Jn. 14:12-14).

 

 

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